La otra mirada a la licitación del 4G

Con 4G le apuntan al negocio de datos.

Éste es adjudicado por el Estado en una subasta, por el que las compañías tienen que pagar una suma grande de dinero, que es luego utilizada para subsidiar los planes de comunicaciones sociales.

Para avanzar en la tecnología y mejorar la capacidad y la velocidad de transferencia de datos móviles hasta 20Mbps, el Ministerio de las TIC está próximo a licitar las frecuencias de AWS (Advanced Wireless Services). En razón al papel dominante que ha alcanzado Claro, algunos senadores y competidores de esta empresa están buscando marginarla del proceso. Esta decisión no sólo afectará a Claro, sino a todos los usuarios de ésta, que se verán marginados.

Se acusa a Claro de ser un operador dominante en el mercado de la telefonía móvil, ya que al finalizar el segundo trimestre de 2012, tiene el 61% del mercado telefónico. Pero los críticos olvidan que ya la telefonía móvil no es sólo telefonía, sino datos. Y en datos móviles el líder es Movistar, que tiene el 53% del mercado, y Claro sólo el 20%. Vista esa realidad, uno se pregunta si tiene sentido marginar a Claro de una licitación para mejorar la transferencia de datos. Más aún cuando el Estado tiene los mecanismos para declarar la figura de operadores dominantes e imponerles una regulación asimétrica, la cual ya le ha sido impuesta a Claro. Y si el problema es de calidad de servicio, para eso está la Superindustria.

No contentos con perjudicar a los usuarios de Comcel, la Superindustria se inventa unos escenarios para la subasta: 1.- Subasta abierta para todos de manera simultánea en las bandas de AWS y 2.500 MHz. 2.- Subasta abierta para todos en la banda AWS y con reserva en la banda de 2.500 MHZ (de 90 MHz). 3.-Subasta con reserva en las bandas AWS y de 2.500 MHZ. 4.-Subasta con reserva en la banda de AWS. 5.- Licitación abierta para todos sin participación de Claro en la banda AWS. 6.- Subasta abierta con exclusión del operador dominante en ambas bandas.

De acuerdo con el superintendente, cuatro de ellos “agudizarían el nivel de concentración del sector”, pues los mecanismos propuestos no son suficientes para generar un cambio estructural en el mercado. Si la Superintendencia separara los usuarios telefónicos de aquellos que tienen suscripción a datos, encontraría que la realidad puede ser otra.