Horas más tarde de que unos 4.000 trabajadores de la petrolera canadiense Pacific Rubiales iniciaran una parálisis indefinida de labores en los campos de Rubiales, Quifa y Pirirí, en Puerto Gaitán (Meta), la compañía advirtió que si el Gobierno colombiano no le brinda las condiciones de seguridad necesarias suspendería la operación en Campo Rubiales, en el que se producen 240.000 barriles de crudo diarios en promedio.
Así lo señaló el vicepresidente de asuntos corporativos de la empresa, Federico Restrepo, al explicar que en cualquier momento se puede dar la orden, incluso de detener las inversiones que hace la multinacional en el país.
El funcionario denunció que por lo menos 30 encapuchados irrumpieron por la fuerza en las instalaciones de Campo Rubiales y procedieron a quemar los contenedores de alojamiento en los que duermen los trabajadores.
De acuerdo con Restrepo, en el interior del campo se encontraron 120 bombas molotov y otros artefactos explosivos, que de haber sido activados en los tanques almacenadores de nafta (diluyente crudo) y combustible hubiera causado una tragedia incalculable.
El directivo calificó esta situación como insostenible, razón por la cual se mantienen en alerta roja y a la expectativa de que el Gobierno intervenga rápidamente.
Los trabajadores insisten en que las condiciones laborales no son las mejores, razón por la cual solicitaron al Estado que intervenga para buscar una salida a esta situación.
De suspenderse la produ- cción de Rubiales, Quifa y Pirirí la meta de producir un millón de barriles diarios podría tener tropiezos.