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Con la paz, la economía no crecería tanto como dice el Gobierno

Estudio de U. de los Andes dice que la única forma para que el PIB aumente 1 o 2 puntos porcentuales más en el posconflicto es que el agro y la industria cuadrupliquen su tasa de crecimiento.

Camilo Vega Barbosa
11 de junio de 2016 - 03:57 a. m.
La construcción creció 7,8 % entre el 2000 y el 2015. / Cristian Garavito - El Espectador
La construcción creció 7,8 % entre el 2000 y el 2015. / Cristian Garavito - El Espectador
Foto: CRISTIAN GARAVITO/EL ESPECTADOR - CRISTIAN GARAVITO

El efecto que tendrá la firma de la paz sobre la economía colombiana ha sido uno de los debates recurrentes desde que comenzaron las negociaciones en La Habana. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el dividendo de la paz se traduciría en entre 1,1 y 1,9 puntos porcentuales (pp) de crecimiento económico adicional, y se hace especial énfasis en que el efecto sería eterno.

Sin embargo, un reciente estudio titulado Paz y PIB, realizado por la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, concluye que “de haber efectos en la actividad económica agregada atribuibles al fin del conflicto difícilmente serían de ese tamaño y sin lugar a dudas no durarían por siempre. Si la paz tuviera efecto sobre la economía colombiana, éste no podría ser eterno sino que su contribución se tornaría cada vez menos visible durante los años”. El autor del estudio, Marc Hofstetter, pone de ejemplo a países como Nicaragua, El Salvador y Guatemala, donde tras el fin de la guerra no fue posible discernir un salto en las tasas de crecimiento económico a largo plazo en relación con las del resto de América Latina.

Asimismo, el estudio hace un análisis de los sectores que tendrían potencial para impulsar la economía cuando se firme el acuerdo de paz. Lo curioso es que “el sector petrolero no contribuiría en gran medida para lograr un cambio permanente en el crecimiento económico colombiano. Puede que con el cese del fuego se pueda explorar en nuevas áreas y que aparezcan nuevos pozos, pero, a menos que se encuentren yacimientos cada año, no habría un efecto permanente sobre el PIB local”, dijo Hofstetter, en diálogo con El Espectador.

Cuando se presentó el estudio sobre el efecto de la firma del acuerdo en la economía colombiana, en diciembre de 2015, el director del DNP, Simón Gaviria, dijo que “un dividendo de 1,9 pp adicionales implica una tasa de crecimiento potencial del 5,9 % en un escenario de paz, que se basará principalmente en la mayor confianza en el futuro del país”.

Asimismo, el DNP indicó que se espera un fortalecimiento profundo del crecimiento en los sectores de agricultura e industria, pues los dividendos para estos sectores son de un punto porcentual de crecimiento adicional a largo plazo. El Gobierno también afirmó que el sector de la construcción continuaría jugando un papel importante en el posconflicto, al tener un impulso de 4,4 pp adicionales de crecimiento en el largo plazo.

Sin embargo, la investigación de la Universidad de los Andes muestra las condiciones que harían falta para que con la paz aumente el crecimiento del PIB entre 1,1 y 1,9 pp eternamente, y los resultados difieren de las proyecciones del Gobierno. Para empezar, el estudio no califica al sector construcción como importante, sino como la única actividad que podría darle el impulso suficiente a la economía colombiana para cumplir con la estimación del DNP, pues creció 7,8 % entre el 2000 y 2015. Además, Hofstetter señala que, durante el posconflicto, esta rama podría crecer un par de décimas y ganaría más participación en la producción nacional.

Como si no fuera suficiente, el informe advierte que para que se materialice el dividendo de la paz es necesario que los sectores agropecuario e industrial cuadrupliquen su tasa de crecimiento, lo cual, por el momento, no parece alcanzable.

Hofstetter aclara que “los resultados de la investigación no buscan restarle importancia al proceso de paz, pues es un cambio que se requiere dentro del país. Es claro que la importancia de las políticas públicas no pueden medirse siempre en términos de crecimiento económico. Así, habiendo una larga lista de razones que harían del fin del conflicto una gran noticia para Colombia, un impacto grande sobre el PIB futuro no es una de ellas”.

Por último, el académico señala que si se buscan formas para impulsar el producto colombiano de manera permanente, se debería mirar el sector servicios. Esta es la actividad a donde las principales naciones del mundo están migrando y en donde se están fortaleciendo, sobre todo en lo tecnológico. Por esto, Hofstetter indica que, aunque la paz no implique un cambio en este sector, igual se le debería considerar para la política económica a largo plazo.

Por Camilo Vega Barbosa

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