El diseño del aeropuerto Eldorado de Bogotá, que desde el aire se ve como una hache minúscula, ‘h’, y que será inaugurado el próximo 22 de octubre, deberá transformarse en una hache mayúscula, ‘H’, para poder atender el desbordado mercado de pasajeros, que el año pasado movilizó 22 millones de viajeros, lo que lo convierte en el segundo aeropuerto de la región, detrás de la terminal de Río de Janeiro.
En su tiempo el exalcalde de Bogotá, Lucho Garzón, había señalado que el aeropuerto era una pichurria, pero hoy está listo para demostrar que si bien se puede quedar pequeño en muy corto tiempo, es el más cómodo de las Américas, como lo ha señalado el dueño de la aerolínea Avianca, Germán Efromovich.
Hasta el momento, en la modernización del aeropuerto Eldorado se han invertido US$900 millones, de los cuales, para la administración del muelle internacional, que entró a operar en octubre del año pasado, se han destinado US$50 millones en operación y administración.
El nuevo muelle nacional tendrá 65.208 metros cuadrados, con 60 módulos de check in y 13 mil metros cuadrados de comercio, nueve puertas de abordaje y siete bandas de equipaje.
Pese a que el aeropuerto sin duda tendrá mejores especificaciones, expertos consideran que se quedará pequeño y que es necesario pensar en nuevas ampliaciones.
Frente a esta apreciación de diferentes aerolíneas, el gerente de la concesión Opaín, Juan Alberto Pulido, sostuvo que las concesiones aeroportuarias han puesto al día las instalaciones y modernizado métodos de operación de las principales terminales del país. “Cada aeropuerto tiene una realidad diferente y su capacidad y funcionalidad debe medirse en cinco elementos: espacio aéreo (tecnología de radioayudas), pistas, plataformas, terminales y facilidades en zona tierra”.
De acuerdo con las estimaciones del Gobierno, una vez Eldorado llegue a los 28 millones de pasajeros será necesario empezar el desarrollo de un complejo que estará dedicado a la operación aérea, que incluiría otras terminales, hoteles y más servicios, lo que convertirá al aeropuerto en el centro comercial más grande del país.
Pero para hacer más dinámico el aeropuerto, los expertos consideran que para los próximos 20 años se requiere que se construyan nuevas plataformas y se amplíen las terminales hasta el puente aéreo, que hoy es operado por Avianca.