El petróleo volvió a fijar el rumbo de Wall Street, por lo que el fuerte encarecimiento que registró el crudo esta jornada ensombreció la buena noticia de que el desempleo en Estados Unidos ha logrado colocarse por debajo del 9 % por primera vez en casi dos años.
Los principales índices de los mercados neoyorquinos habían llegado a caer cerca de los dos puntos porcentuales esta última sesión de la semana y, aunque hacia el cierre de la sesión lograron casi reducir a la mitad esos descensos, no pudieron evitar terminar en números rojos.
El Dow Jones de Industriales, la principal referencia de Wall Street, cedió finalmente un 0,72 % para cerrar en las 12.169,88 unidades, arrastrado por la escalada que vivió hoy el crudo de Texas, que acabó con un fuerte ascenso del 2,46 %, hasta los 104,42 dólares por barril, lo que supone su precio más alto en más de dos años y su tercera jornada consecutiva por encima de los 100 dólares.
La nueva subida del petróleo se produjo en paralelo a la batalla que está librando el régimen de Muamar el Gadafi por recuperar áreas con las que se ha hecho la oposición libia, como el enclave petrolero de Briga, donde el jueves la aviación leal a Gadafi volvió a bombardear un puesto de control de un complejo petrolero.
Además, este viernes la relativa calma que había traído la propuesta de mediación de Venezuela en la crisis libia se disipaba ante las múltiples informaciones que apuntan a que la oposición rechaza esa mediación.
Por ello, la noticia de que Libia autorizó al país latinoamericano a organizar una comisión internacional de paz que ayude a resolver el conflicto armado no repercutía apenas sobre la cotización del crudo de Texas.
Así, si el jueves Wall Street vivió su mejor día del año con ascensos cercanos a los dos puntos porcentuales dejándose llevar por el moderado descenso que registró el crudo, hoy fue esa misma materia prima la que llevó la batuta en el parqué neoyorquino.
De esta manera los inversores neoyorquinos hicieron oídos sordos a los esperados datos sobre desempleo en Estados Unidos, que resultaron más positivos de lo esperado al revelar que, por primera vez en casi dos años, la tasa de desempleo de la primera potencia mundial se ubicó por debajo del 9 %.
Gracias al impulso del sector privado, que creó 222.000 puestos de trabajo en febrero, esa tasa restó una décima el mes pasado y se colocó en el 8,9 %.
Siete meses después de que la mayor economía del mundo saliera de su recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el mercado laboral tuvo una ganancia neta de 192.000 empleos.
Todos los sectores de Wall Street terminaron la jornada en terreno negativo: El más afectado fue el financiero, con un descenso del 0,87 %, seguido del sector de los transportes (-0,69 %) y el de los servicios (-0,53 %).
Entre las entidades financieras que más descendieron destacó Goldman Sachs, que retrocedió el 2,12 % el mismo día en que se publicó que su presidente y consejero delegado, Lloyd Blankfein, accedió a testificar en el juicio contra el fundador de la gestora Galleon, Raj Rajaratnam, acusado de fraude por uso de información privilegiada.
El llamado "caso Galleon" es uno de los más prominentes iniciados por el Gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, contra operadores en los mercados financieros que aprovecharon para beneficio propio la información confidencial que obtenían de otras empresas, lo que ha levantado cierto nerviosismo en Wall Street.
También se dejaron notar los descensos de Citigroup, del 2,99 %, Morgan Stanley, del 2,97 % y Wells Fargo, del 1,54 %.
A pesar de los descensos con los que cerró la sesión, Wall Street logró salvar la semana en el terreno positivo: El Dow Jones subió un 0,33 %, mientras que el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq lograron unos avances del 0,1 % y el 0,13 %, respectivamente.
Con ese tono alcista el parqué neoyorquino termina una semana volátil que se ha ido moviendo al son del precio del petróleo, lo que no parece que vaya a cambiar la semana que viene si, como es previsible, continúa la violencia en Libia.