A propósito de la decisión de la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) de revocar la licencia para que la empresa Hupecol pudiera adelantar actividades de exploración petrolera en inmediaciones de la Serranía de La Macarena, la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) rechazó la decisión de ese entidad.
En una rueda de prensa, el presidente de la ACP, Francisco Lloreda, dejó clara la posición de la industria sobre los hechos presentados en la última semana y que afectaron las inversiones de la empresa norteamericana.
“Una licencia ambiental, que tomó cuatro años y nueve meses en estudio por parte de la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales fue revocada en razón de un recurso de reposición que tomó un día en examinar. Un día, cuando el tiempo promedio de estudio de recursos de la entidad toma ocho meses. Recurso que por demás, y en aras de un tratamiento igualitario, hubiese tenido sentido dar traslado a todas las partes intervinientes”, dijo Lloreda.
De acuerdo con el líder del gremio, se hizo eco de una “campaña de desinformación que partió de dos premisas equivocadas: que la mera presencia de una actividad de hidrocarburos causa daño ambiental (…) Era de esperar que ante la difusión de una imagen engañosa, según la cual se haría explotación petrolera en Caño Cristales, lo cual no era cierto, se presentara una reacción de rechazo por parte de la opinión pública”.
Si bien Lloreda aclaró que la industria respeta las decisiones de las autoridades, finalmente advirtió que “preocupa seriamente a la industria la seguridad y estabilidad jurídica para la inversión privada, nacional y extranjero, y la credibilidad y confianza en las instituciones. Lo que está en juego es la competitividad del país resquebrajada para el sector (…) por la falta de coherencia en materia de políticas públicas y entre las autoridades ambientales y regionales”.