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Precios del café buscan redención

El gerente de la Federación de Cafeteros, Luis G. Muñoz, confía en que la tendencia a la baja en el valor del grano se revierta pronto.

Héctor Sandoval Duarte
25 de marzo de 2012 - 09:01 p. m.

Después de mayo de 2011, cuando la libra de café rompió el techo de los US$3 por libra en el mercado internacional —noticia que generó optimismo entre los productores—, comenzó un marcado descenso en el precio que le ha hecho perder US$1,27 hasta hoy y que tiene en alerta desde hace rato a los cafeteros del país.

Esto se suma a la reducción del valor interno de la carga de 125 kilogramos de café pergamino seco, que en enero de 2012 se pagaba a $894.000 en promedio y que ahora vale $703.000, y también a una acentuada revaluación del peso frente al dólar. Sin embargo, el gremio cafetero confía en que esta tendencia se revertirá pronto.

Luis Genaro Muñoz Ortega, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, explicó a El Espectador que una serie de factores conjuntos han llevado a que el precio del grano haya caído por debajo de los US$2 —teniendo en cuenta que el café nacional tiene una prima de calidad que llega a US$0,35 por libra—. Una de las razones que justifican el comportamiento reciente es la salida al mercado de los fondos de inversión, “los cuales gestionan entre el 60% y 70% del mercado de futuros de grano de la Bolsa de Nueva York”.

Pese a este fenómeno, Ortega asegura que los fundamentales del mercado del café (consumo creciente, inventarios y producciones) indican que todavía existe estrechez de oferta en el mundo, la cual va ligada a una demanda creciente del 2% anual. “Esto hace pensar que el comportamiento registrado en los últimos días deberá revertirse. Entre los analistas existe consenso acerca de que en un mercado que funciona con apenas 45 días de inventarios, concurren circunstancias que tarde o temprano deberán presionar los precios al alza”.

Aunque esta situación les ha hecho beber un trago amargo a los cafeteros colombianos, el jefe de la federación recordó que cuando el grano atraviesa períodos de alta volatilidad, como el presente, se deben tener en cuenta “mecanismos de protección del riesgo, como el Contrato de Protección de Precio, que permite garantizarle al caficultor un precio mínimo de $650.000 por la carga de 125 kilos de café pergamino seco, o los contratos de compra de café con entrega a futuro”.

Mario Gómez Estrada, quien forma parte del Comité Cafetero del país, opinó que con la actual situación de precios hasta los cafeteros más eficientes están perdiendo dinero. “US$1,80 era un precio esperado como piso, pero pasó derecho. La situación es muy complicada y las decisiones, difíciles. Ojalá lo que dicen los fundamentales del negocio se cumpla”.

Para este experto, en el café que se compone de mezclas, el grano colombiano está en el límite más bajo, lo cual hace disminuir los precios, y que la revaluación se haya convertido en el “gota a gota” de los cafeteros. “Eso nos quita plata todos los días y nos quedamos con los ojos abiertos”.

Frente a esta tendencia que ha convertido al peso en la moneda más revaluada del continente, Muñoz dijo que la mejor manera de compensar ese efecto y de disminuir el impacto del precio internacional, “es incrementar la productividad del cultivo, y por ende la producción nacional de café”. Recalcó que el gremio está empeñado en transformar el parque productivo cafetero, continuando con la renovación mediante siembra de variedades resistentes desarrolladas por Cenicafé.

“Esto es supremamente grave. No es que el precio externo esté mal, pero nos tiene muertos el dólar”, cuenta Carlos Alberto Gómez, representante por el Quindío ante el comité directivo de la Federación Nacional de Cafeteros. Según el directivo, el sector todavía necesita inversión en infraestructura en medio de una economía que se ha enfocado en el sector minero energético.

El analista de commodities de Bancolombia, John Fonseca, comentó que durante 2010 se presentó en el mundo una gran demanda de café arábica, acompañada de inconvenientes climáticos, lo que impulsó el precio de la libra a US$2,5. “Desde ese momento, como cualquier activo de oferta y demanda, la idea es que ante altos precios se crea un incentivo para que los cafeteros incrementen cosechas”.

Desde su análisis, los dos factores que llevaron a la caída en los precios fueron el aumento en los inventarios de café en el mundo (que crecieron hasta hace un tiempo en Estados Unidos) y la puesta en el mercado de la cosecha brasileña —la mayor producción del mundo con casi 50 millones de sacos-.

“Hay que tener en cuenta la alteración climática. Hay que monitorearla. La FAO ha señalado que vamos a mantener un rango de estabilidad, con cierta tendencia a la baja, incluyendo al café”, comentó Fonseca.

Por Héctor Sandoval Duarte

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