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Si bien aún no está claro quién ganará las elecciones presidenciales del domingo en la Argentina, algo ya está decidido: los productores rurales saldrán beneficiados en tanto los dos principales candidatos planean eliminar las retenciones a la exportación de trigo y maíz y reducir el impuesto que pesa sobre la soja.
Las retenciones al trigo y el maíz deberían recortarse “de inmediato” mientras que el impuesto a la exportación de soja debería reducirse del 35 por ciento al 20 por ciento, dijo el miércoles Miguel Bein, el principal asesor económico del candidato presidencial Daniel Scioli, primero en las encuestas, en un informe publicado en el sitio web de su consultora. Mauricio Macri, el contendiente más importante de Scioli de acuerdo con los sondeos locales, anteriormente había dicho que eliminaría los impuestos al maíz y el trigo al tiempo que rebajaría el gravamen de la soja un 5 por ciento anual.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que no puede competir por un tercer mandato consecutivo, tuvo conflictos con los productores rurales desde que asumió su cargo en 2007 y trató sin éxito de aumentar el impuesto a la soja al 45 por ciento. El intento provocó 129 días de huelgas, cortes de rutas y escasez de alimentos en todo el país hasta julio de 2008, cuando el entonces vicepresidente Julio Cobos votó contra el aumento. La soja cubre un tercio del gasto público.
Fomentar las exportaciones
Los productores rurales argentinos exportaron US$17.000 millones en granos y oleaginosas este año, la cifra más baja para ese período desde 2007, de acuerdo con los datos del consorcio de exportadores, quienes están a la espera de un cambio de gobierno. En 2014, vendieron un récord de US$24.100 millones de granos y oleaginosas que alimentaron las reservas del banco central.
“Fomentando la exportación de la soja que tienen almacenada los productores rurales aceleraríamos la inyección de dólares en el Banco Central sin emitir deuda”, dice Bein en el informe. Calcula que los productores rurales tienen guardados 22 millones de toneladas de soja, alrededor de un tercio de la cosecha récord de la última campaña agrícola, o US$7.400 millones de la oleaginosa.
Argentina, el tercer productor mundial de soja después de los Estados Unidos y Brasil, es el mayor exportador mundial de aceite y derivados de esa oleaginosa, que se utilizan para elaborar leche de soja, tofu y alimento para animales.
La reducción de los aranceles de exportación ayudará al próximo gobierno argentino a reconstruir las diezmadas reservas de divisas, que, con US$27.400 millones, están cerca del nivel más bajo en nueve años, indicaba el informe. Una mayor cantidad de reservas permitiría a la Argentina negociar desde una posición de fuerza con los acreedores que rechazaron la reestructuración de la deuda luego del impago de 2001 o “holdouts”.
El año pasado, Argentina incumplió con el pago de su deuda por segunda vez en trece años luego de que Fernández no acatara el fallo de un tribunal de Nueva York que exigía al país pagar a los holdouts.
Los hogares de clase media saldrán perjudicados luego de las elecciones porque el próximo gobierno intentará recuperar los ingresos tributarios perdidos reduciendo los subsidios sobre las facturas de electricidad, también dijo Bein en el informe. El gobierno actualmente gasta 135.000 millones de pesos (US$14.200 millones) al año en subsidiar las facturas de energía, lo que equivale aproximadamente al 5 por ciento del producto interior bruto, según sus cálculos.
Scioli está a pocos puntos de ganar las elecciones presidenciales en la primera vuelta el próximo domingo. Tenía un 39,7 por ciento de intención de voto contra 28,8 por ciento para Macri, según el promedio de cuatro encuestas a las que tuvo acceso Bloomberg. Scioli necesitaría superar el 40 por ciento y tener una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el candidato en el segundo lugar para evitar el primer balotaje en la historia argentina.