Las Autopistas de la Prosperidad sufren una nueva transformación. Ya no será Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), quien durante varios meses estructuró el proyecto, la que ejecute la obra de $15 billones, sino que se dividirá por tramos y se adjudicará mediante licitación pública internacional, por ser este un método más abierto y transparente, según el Consejo de Estado. Y lo más importante: la ejecución de la vía ya no se hará en 10 años, sino en seis, dijo el presidente Juan Manuel Santos.
Unas por otras. Así podría calificarse la decisión adoptada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), luego de que el Consejo de Estado echara para atrás el convenio interadministrativo entre ISA y la ANI, lo que permitiría que la entidad eléctrica iniciara en el segundo semestre de este año la construcción de las Autopistas de la Prosperidad (proyecto conocido también como Autopista de la Montaña), pero ahora, con la puesta en marcha del plan B, en seis meses se abrirá la primera de tres licitaciones para adjudicar los cinco tramos en que la ANI dividió la megaobra.
En medio de este enredo que parece empezar a tomar forma, la buena noticia es que la construcción de la vía ya no tomará 10 años, sino seis, siempre y cuando el proceso licitatorio, que se abriría en diciembre, no tenga obstáculos y el proyecto sea adjudicado lo más rápido posible. El objetivo es evitar que se convierta en un nuevo referente de lo que no se debe hacer en materia de estructuración y construcción, como ya ocurrió con Commsa, Ruta del Sol y Bogotá-Girardot, entre otros proyectos, los cuales generaron muchos pleitos y pérdidas para la economía del país.
De acuerdo con el presidente de la ANI, Fernando Andrade, la decisión de sacar a licitación las Autopistas de la Prosperidad es que más empresarios de la construcción puedan participar y que ninguno de los constructores interesados quede por fuera del proceso. Lo que viene ahora es preparar los pliegos licitatorios para sacarlos lo más rápido posible, con miras a que las obras arranquen de inmediato, una vez se cumplan los requisitos.
El proyecto de Autopistas de la Prosperidad es fundamental para dinamizar la economía del país, ya que permite interconectar a los centros de producción con los puertos, es decir, acondicionar las carreteras para mejorar el desplazamiento de los productos que se deben exportar a Estados Unidos en el marco del TLC, explicó el presidente de la Cámara de Colombiana de la Infraestructura (CCI).
El dirigente detalló que el país tiene proyectos vitales como la Ruta del Sol, la Autopista de las Américas, la doble calzada Bogotá-Villavicencio y Puerto López-Puerto Carreño, y aclaró que es urgente que el país por fin ponga en marcha la multimodalidad, para lo cual se deben recuperar los ríos y el ferrocarril y adecuar troncales y transversales que nos lleven a los puertos.
El pasado fin de semana el ministro de Transporte, Miguel Peñaloza, explicó en Medellín que el proyecto de las Autopistas de la Prosperidad se hará en cinco licitaciones y que las dos primeras se abrirán en diciembre, las dos siguientes en marzo de 2013 y la última en mayo de ese año.
Peñaloza, quien apenas lleva en el cargo unas pocas semanas, picó en punta y anunció que el proyecto será coordinado por Federico Restrepo, exgerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), a quien el presidente Santos designó como gerente.
El Ministro señaló que lo primero es una fase de rehabilitación, para la que se destinarán $550 mil millones, recursos del Fondo de Adaptación y la Dirección General del Riesgo.
Se espera que para el 26 de junio se defina en Medellín el cronograma del proceso licitatorio y para el 30 de octubre está prevista la disposición de maquinaria y personal técnico a lo largo de los segmentos viales para iniciar la intervención.
La idea del Ministerio de Transporte y la ANI es arrancar las licitaciones con los sectores de La Pintada-La Manuela, que incluye una variante a Irra, y el tramo del Alto de Dolores-Remedios. Estas dos licitaciones se abrirían en diciembre.
El gran dilema ahora, y que podría convertirse en un obstáculo para el proyecto, es la negociación entre ISA y la ANI para definir el monto que deberá pagarse a ISA por el desarrollo de la estructuración del proyecto y de los diseños de las Autopistas de la Prosperidad. Esto también se hará por tramos.