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¿Qué consecuencias tiene la concentración del mercado de telecomunicaciones?

Un nuevo estudio de la Universidad de los Andes señala que menor competencia en este entorno impacta negativamente la competitividad de las empresas y de un país en general.

20 de agosto de 2020 - 05:31 p. m.
Según el estudio de los Andes, la concentración y limitación de la competencia entre los participantes del mercado de telecomunicaciones limita los efectos positivos sobre la competitividad de todo un país.
Según el estudio de los Andes, la concentración y limitación de la competencia entre los participantes del mercado de telecomunicaciones limita los efectos positivos sobre la competitividad de todo un país.

Que la tecnología es un motor del desarrollo, la innovación y la competitividad es una verdad de a puño para este punto de la historia. Que no sólo basta con invertir en tecnología para cosechar los beneficios que ésta puede traer también parece una obviedad.

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Y, sin embargo, a pesar de sus avances, Colombia aún sigue rezagada en indicadores de gran calado en acceso y calidad del servicio de banda ancha, por ejemplo. Temas que, entre otros, le pegan negativamente al desarrollo empresarial del país.

Cifras del Ministerio de Comercio hablan de cómo 90 % de los comercios en Colombia no tienen capacidades para vender por canales digitales. La más reciente Encuesta de Micronegocios del DANE, 76,1 % de los negocios más pequeños del país no usan servicio de internet para el desarrollo de sus actividades.

La mejoría en la competitividad de las empresas pasa, entre muchas otras acciones, por el acceso y utilización de herramientas de tecnología. Y uno de los factores que puede limitar el avance en este escenario tiene que ver con la competencia y la concentración en el mercado de telecomunicaciones, de acuerdo con un nuevo estudio del Centro de Estudios Sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes, que fue presentado este jueves.

Vale la pena aclarar que la investigación fue contratado por Telefónica Movistar.

Una de las conclusiones del estudio señala que “se encuentra una relación estadística robusta y positiva entre la concentración de los mercados de telecomunicaciones móviles y la competitividad de los países”, de acuerdo con David Bardey, uno de los investigadores encargados de presentar el estudio, en conjunto Bibiana Sáenz.

Y este postulado tiene dos implicaciones: hay una nexo, negativo, entre concentración la concentración de los mercados y el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC); en otras palabras, menos competencia genera menos uso. Y, por otro lado, hay una relación positiva entre el uso de las TIC y la competitividad.

La conclusión lógica de estos hallazgos es que la concentración y limitación de la competencia entre los participantes del mercado de telecomunicaciones parece no beneficiar a ningún otro actor de la economía y, por el contrario, limita los efectos positivos sobre la competitividad de todo un país.

Para el caso de las empresas, los investigadores afirman que la concentración en el mercado se traduce en mayores dificultades para la digitalización de las empresas, que ya era un asunto importante en el mundo prepandemia, pero en el contexto de las restricciones impuestas por el COVID-19 se convirtió en casi un requerimiento para la supervivencia en medio de bajas en consumo, demanda y poder adquisitivo; todo enmarcado en cifras históricas de desempleo y contracción del PIB.

Los investigadores, sin embargo, hicieron precisiones que, aunque parecieran obvias, son lecciones vitales que aún deben ser aprendidas por multitud de empresas y entidades públicas en Colombia: “Transformar digitalmente las organizaciones no sólo requiere comprar tecnología, sino que implica transformar su modelo de negocios, su estructura interna”, en palabras de Sáenz.

“La mejora de la competitividad es un reto para nuestra economía desde siempre, que cada se impone más urgente en unas circunstancias en las que necesitábamos saltar de niveles medios de desarrollo a las ligas mayores y unas circunstancias en las que luego de la actual emergencia esa necesidad se va a convertir en más apremiante, ahora para evitar un retroceso irrecuperable e inmenso en los logros económicos de los últimos años”, aseguró Marcela Eslava, decana de la Facultad de Economía de los Andes, durante la presentación de la investigación.

El estudio, apoyado también en conclusiones de otras investigaciones, señala cómo el sector de telecomunicaciones móviles en Colombia es uno de los más concentrados en el mundo, por encima de los promedios regionales y de los países de la OCDE.

“Si bien esta concentración ha disminuido en los últimos años, aún sigue siendo elevada si se compara con el promedio internacional e incluso con el promedio regional. El mercado móvil de Colombia ocupó en 2017 la posición 16 entre 59 países de la muestra empleada en este estudio por su concentración, según datos de la GSMA, y en Latinoamérica la concentración sólo es superada por México en esta misma muestra”, señala la investigación.

¿Qué consecuencias puede traer esto? Algunas de las enumeradas por los académicos de la U. de Los Andes señalan tarifas elevadas, baja innovación, retraso en la llegada de tecnología de última generación y una menor velocidad de despliegue de redes, por ejemplo.

El documento elaborado por Los Andes asegura que “es crucial que las medidas de política pública y política de competencia garanticen que la participación de mercado dominante de uno de los operadores, no solamente no afecte el sector de las TIC de manera general, sino además que no sea un freno al desarrollo, competitividad y crecimiento de la economía colombiana”.

Y añade: “Si bien la Ley de Modernización de las TIC da mayores garantías a las empresas del sector de las TIC porque estas pueden recuperar su inversión en un mayor lapso de tiempo (20 años en lugar de 10), muy poco está establecido en esta ley para permitir una competencia real entre operadores móviles que acate la posición supradominante de uno de ellos”.

A su vez, los investigadores aseguran que “la nueva estructura convergente del regulador de TIC es un escenario propicio para la implementación de actividades de monitoreo permanente de los mercados de telecomunicaciones (…) Es recomendable que el Observatorio de Inversión en Telecomunicaciones propuesto por el Regulador incorpore el seguimiento a la concentración del mercado y al nivel de competencia, por el efecto que estas variables puedan tener sobre los niveles de inversión”.

Mientras operadores como Tigo, Movistar y Avantel sostienen que la posición de Claro es dominante y que, por la tanto, puede hacer ofertas que los demás no pueden igualar, Claro ha dicho que sus competidores buscan simplemente beneficios a través de la regulación, en vez de conquistar a los usuarios a través de la inversión y mejoramiento de los servicios que ofrecen.

“Claro ha contado con la preferencia de la mayoría de los usuarios gracias a las inversiones que ha realizado. Más de USD 15 mil millones en los últimos 20 años, cerca al 60% del total de las inversiones del sector, que aseguran tener el mejor servicio en voz y datos cubriendo prácticamente el 100% del territorio”, resaltó Claro este jueves.

La Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) no se ha pronunciado sobre la presunta dominancia de Claro en el mercado de datos. No lo hizo antes de que el presidente de la República, Iván Duque, firmara la ley de modernización de las TIC, a mediados del año pasado. Esta norma obligó a conformar una nueva comisión, por lo que la decisión sobre si ese operador tiene una posición de dominio en el negocio de datos móviles, lo que puede afectar a sus competidores, quedo en manos del nuevo órgano. Al parecer, esta entidad comenzó a retomar la discusión en julio de este año.

A través de un comunicado, Claro manifestó que rechaza el estudio “dado que este no considera elementos reales de un mercado en competencia, arroja conclusiones sesgadas y muestra un evidente conflicto de interés”. Agregó: “Ya la máxima autoridad de competencia (SIC) se ha pronunciado al respecto, para quien “NO resulta suficiente el soporte probatorio a efectos de acreditar que COMCEL cumple con todos y cada uno de los elementos que permitan su calificación como operador con posición de dominio en el mercado de ‘Servicios Móviles’, en los términos y condiciones establecidos por la misma CRC””.

La empresa asegura que “los competidores de Claro presionan indebidamente y buscan una decisión sin sustento por parte de la CRC para evitar invertir y usar las redes de Claro a unas tarifas injustificadas”.

Según Claro, “Telefónica Colombia, empresa que es también 32,5 % propiedad de los colombianos, solamente pretende desviar la atención del debate público sobre la decisión de desinvertir en Colombia, lo que fue informado en el reporte de resultados trimestrales de su corporativo en España”. Invitó a esa compañía a “invertir y competir en lugar de hacer uso de malas prácticas con estudios sesgados y presión indebida al regulador para ganarse en la regulación lo que no obtiene en el mercado”.

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