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La realidad jurídica de El Quimbo

El viernes vence el plazo para que Emgesa convenza a las autoridades de suspender o levantar la medida cautelar contra la hidroeléctrica. De no lograrlo, tendrá que esperar hasta el 12 de enero.

Oscar Güesguan Serpa
17 de diciembre de 2015 - 04:05 a. m.
La inversión que se destinó para la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo superó los US$1.200 millones. / Cortesía
La inversión que se destinó para la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo superó los US$1.200 millones. / Cortesía

 La hidroeléctrica de El Quimbo dejó de generar energía desde el miércoles. El procedimiento se llevó a cabo luego de que la Corte Constitucional declarara inexequible el decreto con el que el Gobierno ordenara a Emgesa empezar a producir el recurso, hace menos de un mes.

Aunque este era un trámite apenas obvio luego de que se conociera el sentido del fallo del alto tribunal, el comunicado en el que quedó consignada la decisión es un buen “regaño” para el Ejecutivo.

Para la Corte Constitucional, el Gobierno, con la firma del decreto, desconoció las competencias del Tribunal Administrativo del Huila, que había dictado medidas cautelares contra la hidroeléctrica porque supuestamente no cumplió con el levantamiento de la biomasa previo al llenado del embalse.

“Después de examinar el contenido de los fundamentos invocados por el Gobierno y de las medidas de emergencia adoptadas para enfrentar y atender la crisis generada por el cierre unilateral de la frontera con Venezuela, la Corte llegó a la conclusión de que no existe conexidad externa entre los motivos expuestos para expedir el Decreto 1770 de 2015 y las citadas medidas”, señaló la entidad.

Frente a los argumentos expuestos por el Ejecutivo para justificar la necesidad de esta acción, la Corte manifestó que “el análisis sobre conexidad permitió establecer que la medida de excepción no pretende hacer frente a la crisis originada por el cierre de la frontera con Venezuela sino disponer sobre la generación de energía en una hidroeléctrica que como la de El Quimbo se encuentra a cientos de kilómetros de los municipios afectados”.

La posición del alto tribunal pone de relieve nuevamente las críticas que desde el inicio ha recibido el proyecto eléctrico y que tienen que ver con el cortocircuito entre las autoridades regionales y las nacionales. Que, se podría decir, las segundas terminaron por desautorizar a las primeras o no teniéndolas en cuenta, terminando enfrascadas en una lucha de poderes utilizando las mismas tesis: el bien para la sociedad.

Pero, dejando de lado esa problemática, el sistema eléctrico otra vez quedó al borde de un colapso porque difícilmente la generación térmica puede respaldar los 400 megavatios que desde hace poco más de un mes estaba aportando al sistema la hidroeléctrica de El Quimbo.

Según el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, esta decisión “termina de estresar el sistema, que ya de por sí venía estresado por cuenta del fenómeno de El Niño, en la medida de que la generación térmica está casi en el límite, eso obliga a desembalsar el agua en momentos que se requiere cuidar el nivel de los embalses, lo cual aumenta el riesgo de un racionamiento”.

Esto quiere decir que las reservas de agua con las que se esperaba producir energía en los meses más críticos de la sequía, se agotarán mucho más rápido de lo planeado, dejando a los generadores más vulnerables para los primeros meses del 2016.

Emgesa, la empresa afectada, dejó claro en un comunicado de prensa, que “acata irrestrictamente la decisión de la Corte Constitucional y al mismo tiempo cumple con la medida cautelar decretada por el Tribunal Administrativo de Huila (...) pero que continuará ejerciendo todos los recursos que la Ley le otorga”.

Sin embargo, la italiana no tiene un reto fácil. No solamente porque ya se rumora que la nueva administración del departamento entrará fuerte a seguirse oponiendo al proyecto, sino porque las opciones que tiene para reversar la decisión de la Corte Constitucional en el corto plazo son prácticamente nulas.

Fuentes cercanas al proceso le explicaron a El Espectador que para que El Quimbo vuelva a entrar se necesita o que haya un levantamiento definitivo de la medida cautelar o una suspensión provisional de la misma, mientras se aclaran las dudas con respecto a los informes de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y de la Corporación Autónoma del Alto Magdalena.

El quid del asunto es que el plazo para que alguna de estas dos medidas se ejecuten en lo que queda de 2015 es mañana, cuando se inicia el periodo de vacancia judicial. De lo contrario, El Quimbo tendrá que esperar hasta después del 12 de enero para volver a aportar el 5% de la demanda nacional que estaba aportando.

Por Oscar Güesguan Serpa

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