Ha sido el crecimiento trimestral más fuerte en cinco años, aunque la economía aún no es más grande de lo que fue en 2011 y es 3% más pequeña que antes del estallido de la crisis financiera.
Las cifras se generan en un momento crítico para el gobierno. David Cameron, primer ministro, y George Osborne, ministro de finanzas, aunque alegres por la noticia, insistieron en que el camino hacia una recuperación económica plena sería largo y errático. Este último dijo que las cifras querían decir que “estamos bien encaminados”, aunque aún “faltaba un largo camino por recorrer”.
Los retornos sobre los bonos del gobierno a 10 años subieron seis puntos base, para llegar a 1,91% al tiempo que los inversionistas apostaban a que los datos reducirían la probabilidad de que el Banco de Inglaterra renueve el programa de compra de bonos para estimular el crecimiento. Las minutas de la reunión de este mes del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra revelaron que ya había desacuerdos.
El alza en el crecimiento económico resultó exagerado por factores externos y no estructurales, como el fin del largo festivo bancario a causa del jubileo de la reina, que deprimió la producción en el segundo trimestre, y las Olimpiadas en Londres.