Publicidad

Resfriado chino, gripa económica mundial

El petróleo cayó a US$38,24; el dólar subió hasta los $3.237; la acción de Ecopetrol estuvo en niveles de 2007 y las bolsas del mundo fueron golpeadas a causa de la desaceleración China. Colombia se verá impactada por una inflación más alta.

Camilo Vega Barbosa
25 de agosto de 2015 - 03:44 a. m.

El panorama es preocupante: los mercados internacionales, empezando por los asiáticos, seguidos por los europeos enfilados por el norteamericano, y luego por los latinoamericanos, se enloquecieron ayer debido a la marcada devaluación del yuan, la moneda china. A la par, el precio del crudo cayó por debajo de los US$40, acentuando la crisis global del petróleo; la acción de Ecopetrol, la más grande compañía del sector público colombiano, bajó a niveles de 2007, y para completar semejante inicio de semana el dólar, que no para su escalada, superó el techo de los $3.200. ¿Qué está pasando con la economía global y cómo golpeará todo esto a Colombia?

Lo preocupante de los indicadores internacionales es que se encuentran en niveles parecidos a los de la crisis de 2008. Por ejemplo, durante la jornada de ayer el Dow Jones, el índice de la bolsa de Nueva York, comenzó la sesión perdiendo más de 1.000 puntos. Y aunque a lo largo de la jornada se recuperó hasta perder sólo 670, constituye el inicio de operaciones más negativo de su historia, incluso peor que su récord anterior, cuando durante la crisis de 2008 bajó 777 puntos a los pocos minutos de escucharse la campana de inicio.

Por ello, a medida que empeora la situación de la economía China —se devalúa moneda y aun así cae su PIB—, uno de los principales motores de crecimiento global y el mayor demandador de materias primas, aumentan las preocupaciones sobre la posibilidad de que esta nación sea la siguiente en provocar un crisis global. Sin embargo, en esta ocasión no sería una burbuja la que podría estallar, sino tres.

De acuerdo con la firma internacional Credit Suisse, “China vive una triple burbuja: la tercera burbuja de crédito más grande, la segunda burbuja inmobiliaria más importante y la burbuja de inversión más grande vista en todos los tiempos. Es el mayor riesgo que encara la economía global en estos momentos”.

Es tal el nivel de incertidumbre desencadenada que el índice de volatilidad de los mercados mundiales, conocido como VIX, pasó de 13 a 38 puntos en tan sólo cuatro jornadas, muy por encima de la barrera de los 20 puntos, cifra considerada el nivel en el que los inversionistas migran hacia activos más seguros, provocando que los más riesgosos, como las acciones y las divisas de economías emergentes, pierdan atractivo.

Esto confirma que las fluctuaciones en los indicadores económicos chinos no pasan desapercibidos. La caída de 8,49% de la bolsa de Shanghái durante la jornada de ayer provocó que el precio del petróleo ligero de Texas (WTI) bajara hasta menos de los US$38. Además, “el nerviosismo aumentó la demanda por las divisas más seguras, como el dólar y el euro, generando otra sesión de devaluaciones en las economías emergentes. Un fenómeno al que no fue ajena Colombia, pues los costos de la moneda estadounidense y la europea superaron ayer los $3.237 y $3.747, respectivamente”, explicó Camilo Silva, director de análisis técnico de Valora Inversiones.

Aunque con la caída de este lunes se completan dos jornadas oscuras consecutivas para los mercados mundiales, todavía no hay garantía de que las cifras rojas hayan terminado. Sebastián Díaz, analista del Banco de Bogotá, advierte que “lo que muestra la caída de ayer es que el mercado sigue esperando la intervención del Banco Central Chino. Aunque ya se han visto medidas, la autorización de los fondos de pensión para que inviertan en acciones, los inversionistas esperaban que se redujeran los encajes bancarios. Además, a medida que continúan las caídas en la bolsa de Shanghái se cuestiona cada vez más la eficacia de las ayudas del gobierno de este país”.

La realidad es que existe el riesgo de que China siga generando volatilidad en los mercados, y ese puede ser un factor más para que el precio del crudo llegue a los US$30. Sin embargo, aun sin el ruido generado por esta economía asiática, se podría producir el bajonazo.

Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, explicó que “desde que comenzó la crisis de los precios del petróleo, y sobre todo después de que llegara por debajo de los US$45 en el primer trimestre de 2015, siempre se había contemplado la posibilidad de que la cotización del crudo cayera por debajo de US$40. En este último año lo único constante ha sido la volatilidad, por eso factores como el alza de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y la liberación de las exportaciones de Irán, suspendidas desde 2006, son algunos de los factores que inducían a pensar que el precio del petróleo podría caer hasta los US$30”.

Aunque Colombia es uno de los países de la región que mejor se encuentran a nivel económico, junto con Chile y Perú, ya registra signos de desgaste. Para empezar, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha reconocido la desaceleración económica por causa de los menores precios del crudo y ha señalado que la renta petrolera pasaría de generar $23,5 billones, lo registrado en 2013, a tan sólo $3,3 billones en 2016.

Para el corredor de bolsa Diego Franco, las cuentas del Gobierno andan desequilibradas desde que el precio del barril del petróleo estaba en US$60. “El Estado ha buscado varias fuentes de financiación, entre ellas las emisiones de bonos europeos y en Estados Unidos. Lo que pasa es que la Nación no actúa tan a corto plazo, es decir, por estas caídas no hacen nuevas cuentas, pero si se prolongan más de un mes por debajo de US$40 ya tienen que mirar cómo financia las vigencias futuras”. El experto añadió que las empresas petroleras listadas en la Bolsa de Valores de Colombia han sido eficientes en sus costos, pero con una caída del barril en los mercados internacionales se elimina ese buen manejo.

El deterioro de la economía China ha devaluado aún más el peso colombiano, lo que le da cada vez más fuerza al debate sobre si el Banco de la República debería intervenir para controlar la tasa de cambio. En su última reunión, el Emisor optó por mantener las tasas inalteradas, “lo cual parece haber sido la decisión más adecuada. Sin embargo, tal vez debió haber anunciado un programa de venta de reservas a través de opciones para controlar la volatilidad de la moneda nacional”.

Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, explicó que “el problema está muy concentrado en la situación de China, y eso produce un efecto en todos los países emergentes grandes, no sólo Colombia. Lo que hay que hacer es que el Gobierno y los que tengan dólares los vendan para quitarle la volatilidad a la moneda. El Banco de la República debe estar contento porque se le están valorizando las reservas. La situación general es difícil porque va a pegarle duro a la inflación y con ese dólar tan alto afecta directamente el bolsillo del consumidor colombiano. Habrá muchas empresas gravemente golpeadas”.

El representante gremial agregó que el Emisor puede ayudar levemente a moderar la volatilidad en momentos específicos como este y el Gobierno puede monetizar dólares en donde los tenga, como en Ecopetrol. “El importador endeudado sale a presionar porque está asustado. El mercado tiene que tranquilizarse. Yo no diría que se viene una crisis global, pero a algunos sí les va a pegar, y esos son los que más dependen de China. La que gana es la economía de EE.UU., pero un dólar tan fuerte no es conveniente al final, porque vender sus productos se hace muy costoso”.

Por Camilo Vega Barbosa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar