Juan Carlos Archila, quien estuvo al frente de la compañía de servicios de telecomunicaciones Claro desde 2009, pasó a ocupar la dirección de Relaciones Internacionales de América Móvil, la empresa del multimillonario mexicano que es dueña de Comcel –conocida comercialmente como Claro-.
En diálogo con este diario, Archila explica en qué condiciones deja la compañía, sus nuevas funciones y se refiere a los conflictos que entre la ETB y el Estado existen con Claro. La ETB asegura que Claro debe devolverle más de $284.000 millones, mientras que el Mintic convocó a un tribunal de arbitramento por discrepancias acerca de los bienes que Comcel y Movistar deben devolver al Estado. (Lea: Rifirrafe de Claro y Movistar con el Mintic).
¿Por qué este cambio de función en la compañía y en qué consiste?
Es un reconocimiento de parte de América Móvil de la necesidad de trabajar con los diferentes gobiernos y entes regulatorios en los países donde operamos. Me invitan a ser parte del corporativo de América Móvil y pasar de la operación local a trabajar buscando, en los 26 países de operamos incluyendo Colombia, condiciones de inversión propicias. Necesitamos que haya las condiciones correctas y la regulación adecuada. Esta, si bien debe proteger los intereses de los usuarios y promover la competencia, buscamos que no sea una sobrecarga para las empresas.
¿Qué decisiones que no podía tomar en Claro podrá tomar ahora, hablando de Colombia?
Por ejemplo, uno de los temas importantes para un operador como Claro en Colombia es la asignación del espectro. Es reconocido que es un bien administrado por los diferentes estados donde operamos y que necesitamos disponible para dar servicio. Esa será una de las áreas de mi resorte, buscar las mejores condiciones de participación en las licitaciones por el espectro, poder conseguirlo en las cantidades y tipo necesarios para prestar los servicios.
¿Y cómo ven la próxima subasta?
Hoy existe un tope a la cantidad de espectro que puede tener cada empresa. Pensamos que es importante revisarlo al alza, para que (Claro) pueda participar de la subasta cuando se dé. No es adecuado para los usuarios, que han escogido libremente a Claro, que no tengan la posibilidad de que su empresa de telecomunicaciones obtenga ese recurso para prestar el servicio. También es importante que la subasta se dé muy rápidamente. Los colombianos claman por un mejor servicio, con menos llamadas caídas, con mejor calidad y velocidad en la transmisión de datos. Hace unos tres años vivimos la subasta de 4G que nos permitió resolver muchos de los temas de calidad. Colombia tenía la más baja asignación de espectro por usuario del mundo, cosa que se superó después de la subasta. Vemos que vamos de camino a repetir esa historia. El Mintic tiene el cronograma definido para este año. Esperamos que no se retrase y haya condiciones de participación equitativas.
¿Cómo deja Claro en resultados? Tigo por ejemplo dice que ha logrado crecer mordiendo mercado de los otros dos grandes operadores…
Nuestra posición es de liderazgo y somos la empresa de telecomunicaciones más reconocida por los usuarios, que sigue innovando con servicios como Claro Video, Música y Cloud. La empresa sigue con el compromiso de reinvertir más de 70% de las utilidades en Colombia, un plan de inversión anual de cerca de US$1.000 millones. Después de la subasta de 4G está el compromiso de llegar a muchos más municipios que nuestros competidores, prácticamente el doble. Nuestra obligación es cubrir 600 municipios con 4G en cinco años y creo que lo vamos a lograr incluso antes: hoy más de 28 capitales y 250 municipios ya tienen 4G de Claro, mucho más que cualquier otro competidor. Llegamos a más del 60% de los colombianos con 4G.
¿Y los estados financieros? ¿Cómo los impactó la devaluación y las nuevas normas contables?
Hay que reconocer que 2015 ha sido uno de los años más retadores de la historia para la empresa. Indudablemente la devaluación, no esperada para nadie, afecta de forma importante los resultados. Los cambios en las normas contables no nos afecta porque siempre hemos mantenido normas de contabilidad transparentes, pero la empresa traía un nivel de apalancamiento fuerte con deudas en dólares. Hemos tomado las medidas necesarias. Nos deshicimos de nuestra deuda en dólares y hemos absorbido prácticamente todos los efectos en costos de la operación con tal de no impactar a los usuarios. Lanzamos ofertas muy agresivas, puede ser el caso del Triple Play, en el que no sólo reciben la televisión sino Claro Video, con más de 30.000 títulos de películas.
¿Cuál será su papel en la demanda sobre la que América Móvil desde México advirtió en contra de Colombia por incumplimiento del TLC con México?
Claro ha venido trabajando en Colombia muy de cerca con el gobierno local para encontrar una solución a ese conflicto generado por la sentencia de la Corte Constitucional que responde a una demanda de la Contraloría General de la República. Es conocido que fue el Mintic el que demandó a Movistar y Claro por efecto de la reversión de activos y por ende existe un proceso local que hay que atender y lo atenderán los grupos locales. Con respecto a la solicitud de conformar un tribunal de arbitramiento internacional es un tema que lleva el grupo jurídico de América Móvil en el corporativo.
¿Y el pleito con la ETB cómo va?
Hay que recordar que quien demandó al Estado fue la ETB, y no Comcel, ante el Tribunal Andino de Justicia, que condenó al Estado, a través del Consejo de Estado a que se reiniciaran los procesos que ya le habían dado la razón a Comcel. Acatando esa decisión del Consejo de Estado, se procedió a reiniciar los tribunales de arbitramento que se habían dado hace muchísimos años en Colombia. Los tribunales se declararon incompetentes en algunos casos, lo que hizo que dichas pretensiones volvieran al Consejo de Estado, que determinó que es la Comisión de Regulación de Comunicaciones la que tendrá que definir de fondo ese conflicto. Somos muy optimistas de que al regresar adonde se iniciaron esos conflictos hace 17 años, en donde Comcel tuvo la razón, regresaríamos a la misma instancia en la que se le daría la razón a Comcel y se demostraría que ETB efectivamente debía ese dinero, el que hoy reclama que se le devuelva.