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Se cayó la inversión para obra pública

“El bajonazo en la renta petrolera obligó al Gobierno a ajustarse el cinturón y, en medio de la modernización en infraestructura, se bajó por cuatro el dinero que estaba planeado para el Invías”, revela el vicepresidente. Además, cuenta lo que será el plan de transparencia para evitar la corrupción en las regiones.

Edwin Bohórquez Aya
10 de mayo de 2015 - 02:47 a. m.
Se cayó la inversión para obra pública
Foto: Cristian Garavito/ El espectador

Germán Vargas Lleras ha sido ministro del Interior y de Justicia, de Vivienda, concejal, senador y ahora, a pocos metros del Palacio de Nariño, como vicepresidente de la República, lidera toda la estrategia del Gobierno en materia de infraestructura, vivienda y acueducto. Sus críticos dicen que está aprovechando dichas inversiones, anuncios e inauguraciones, como trampolín para su campaña a la Presidencia de 2018, pero él se defiende advirtiendo que sólo está cumpliendo con la tarea que le encomendó su jefe, el presidente Juan Manuel Santos. En medio de su correría por el país, entre obra y obra, se sentó a conversar con El Espectador para hacer un balance y, de paso, expresar sus preocupaciones por casos de corrupción, la venta de Isagén y el bajonazo que tuvo el presupuesto para los acueductos, entre otros temas.     
 
Usted es un vicepresidente muy activo. ¿Está redefiniendo el rol de ese cargo?
 
Cada presidente le ha asignado a su vicepresidente las competencias que ha considerado oportunas, es una facultad constitucional que él tiene.  Su tarea ha estado en algunos casos centrada en el tema de derechos humanos, que fue durante la etapa de Angelino y de Francisco Santos. Mediante decreto se me confió la coordinación sectorial de los temas de infraestructura y de vivienda. Tengo adicionalmente dos competencias que ejerzo, que son la de presidir la comisión oceanográfica y la de la Corporación Virgilio Barco. En esto me he concentrado. Por eso usted no me escucha opinando de temas distintos ni interfiriendo con opiniones en las tareas de otras carteras. Creo que eso es sano.   
 
La caída del precio del petróleo sí que les pegó a los ingresos de la nación... 
 
Afectó mucho el presupuesto de inversión del Gobierno Central. 
 
El minhacienda habló de ajustarse el cinturón. ¿Cómo le tocó ajustarse el cinturón en infraestructura, vivienda y acueducto? 
 
Al Ministerio de Vivienda  le pegó duro en agua potable. El programa de inversiones para este cuatrienio será muy inferior.  
 
¿Más o menos cuánto?
 
En los cuatro años la inversión en agua potable va a ser de $1,1 billones, que es un presupuesto bastante reducido para atender el cúmulo de necesidades de acueducto y alcantarillado rurales. Eso permitirá cumplir con los compromisos aún no cumplidos: los acueductos de Santa Marta,  Ibagué,  Mompox,  Yopal y no mucho más de 10 o 12 proyectos. Lo que es una restricción muy grande en el sector. Se canceló el programa de conexiones intradomiciliarias. Y en infraestructura nos pegó en el plan de obra pública que está a cargo del Invías, con un recorte para este año y con una restricción enorme en el cuatrienio, se bajó por cuatro la inversión de lo que había sido el presupuesto del primer gobierno, donde la obra pública llegó a ejecutar $18 billones. En otras palabras, no nos pegó en concesiones, pero sí durísimo en obra pública.
 
Sobre Isagén, ¿qué opinión tiene?
 
El señor ministro (de Hacienda) ha dicho que la venta de Isagén estará destinada, en gran parte, a los programas de infraestructura, ojalá eso sea, porque  advierto que los programas de vivienda, como los de infraestructura aparte del contenido social y la generación de mano de obra se han convertido en dos políticas contracíclicas con buenos resultados. Adicionalmente, porque el país no entendería que los recursos de Isagén se comprometan a gasto ordinario de la nación.
 
¿No es mejor vender una porción de Ecopetrol y conseguir los recursos que pretenden con Isagén, en vez de vender la generadora, que será más necesaria en un futuro de energía renovable?
 
Creo que eso sería utilísimo. Pero se ha sostenido que el precio de la acción de Ecopetrol no es el mejor momento para proceder a una nueva colocación. Da la impresión de que no es un buen momento. 
 
El túnel de La Línea ha sido una obra controvertida, pero ya, por fin, se encontraron los dos frentes. ¿Cuál es el cronograma de esa obra?
 
Después de tanta controversia se logró suscribir un acuerdo que involucra el cumplimiento de 20 hitos, metas volantes las llamaría. Si se cumplen, vamos a poder entregar el túnel en noviembre del año entrante, con todas sus vías de acceso, puentes y en servicio. Esta semana tuvo lugar el cumplimiento del primer hito y se logró la  conexión de ambos túneles. Lo que viene ahora son los revestimientos. El acuerdo con el concesionario dice que si hay incumplimiento en dos metas volantes continuas o discontinuas se le pondrá fin al acuerdo. La otra parte positiva fue que todo el mundo hizo un esfuerzo: la compañía de seguros puso unos recursos, el concesionario también y el Gobierno. El manejo de esos recursos está asignado a una fiducia,  en la cual el Gobierno tiene mayoría y los desembolsos se hacen contra obra entregada. Guardamos la esperanza de que se entregue en el plazo previsto. 
 
¿Cómo van los aeropuertos?
 
Tenemos 51 aeropuertos hoy en construcción. Ya se adjudicó el de Barranquilla, que es una inversión de $350.000 millones; iniciamos obras en Santa Marta por $120.000 más; en Montería; en Riohacha, en Corozal; se aprobó el plan  de Rionegro; ya se firmó el de Quibdó, con una inversión de $160.000 millones, que tendrá centro de servicios con auditorio, hotel, biblioteca y centro comercial, y se aprobó el plan de aeropuertos secundarios. Ahí está Bahía Solano, Nuquí y Puerto Inírida. No quisiera extenderme, pero es que entre este año y el primer semestre del año entrante todo el equipamiento aeroportuario en aire y tierra del país será de última generación. 
 
¿Y El Dorado2?
 
Esta semana se firmaron los contratos para los diseños de El Dorado2, para que en la ANI como en el Invías avancen en el levantamiento topográfico, en los diseños para cumplir el cronograma  y tenerlo en funcionamiento  en cinco años. 
 
¿Y los ferrocarriles? ¿Y los puertos?
 
Estamos en la recuperación de todo el corredor vial Buenaventura–Buga, que llegará a Quindío este año, y el entrante a La Virginia, con una segunda etapa hasta La Felisa, que es un tramo entre Medellín y La Virginia. También estamos recuperando el corredor La Caro–Belencito. Queremos construir la segunda Línea Fenoco, tenemos la del corredor central, con inversiones interesantes. Colombia está invirtiendo US$1.200 millones en puertos y avanzando en  Cartagena, Barranquilla, Buenaventura y Santa Marta. Ya se inauguró el puerto en La Guajira. A eso le agrego las concesiones del río Magdalena. Hay 20 en trámite, siete dadas. Ya hay cuatro concesiones adjudicadas y solicitudes a todo lo largo de la cuenca del río Magdalena. Además  estamos estructurando la segunda fase en navegabilidad de los ríos. Será el río Meta. 
 
Se denunció mucha corrupción regional, ¿qué está pasando? 
                      
Lo denunciaron los presidentes de la Sociedad de Ingenieros y de la CCI. Concuerdo con ellos. Es evidente que de los estudios hechos, la contratación en los niveles territoriales de infraestructura deja mucho que desear.  En la gran mayoría de las licitaciones hay oferente único y por eso el 18 de mayo vamos a lanzar el plan de transparencia del Invías, la Aerocivil y del Ministerio para plantearles a las entidades territoriales que respeten unos pliegos tipo, más transparentes, que brinden mayor apertura  y garantía para los inversionistas. No podemos forzar a las entidades territoriales, pero sí queremos hacer visibles a aquellas alcaldías y gobernaciones que asuman públicamente el compromiso de respetar esos pliegos. 
 
 ¿Cómo van las AAP de iniciativa privada para infraestructura social?
 
No van. Lo que tengo entendido es que en Planeación Nacional, en el Estado,  hay más de 290 APP privadas que no han avanzado. Y en los niveles territoriales centenares de iniciativas. Creo que deberíamos hacer el esfuerzo, porque muchas de ellas nos permitirían construir cárceles, colegios y hospitales, y ese instrumento no ha tenido el uso esperado.
 
¿Y por qué está trancado?
 
Lo desconozco. He tenido muchas dificultades para sacar las 6 que se han aprobado en infraestructura. Pero esperamos que este aprendizaje sirva para trasladarlo a otros sectores. 
 
Usted hace un tiempo lanzó un proyecto en Barrancabermeja de casas… 
 
Se están construyendo 490 casas y las obras tuvieron dificultades iniciales, porque había problemas sobre la titularidad del lote, que ya se despejaron, van a buen ritmo y deben terminarse todas en el mes de julio. 
 
Eso lo construye la firma Ekko, adquirida por los portugueses de Prebuild, pero ese grupo tiene problemas en el país. 
Pero la obra no se ha detenido, estuve hace ocho días en Barrancabermeja y  van bien. Y no olvide usted que es casa entregada, casa pagada. No vamos a tomar ningún riesgo. En el momento en que  nos vayan a paralizar esas casas, y espero que no ocurra porque ya se están terminando, pues el proyecto se declararía en siniestro y el Estado no ha comprometido un centavo en esa casas.
 
Con las casas y la infraestructura usted está edificando campaña electoral…
 
Eso me decían de las casas hace un tiempo, y creo que cualquier servidor público tiene que responder por su gestión. Cumplo con las tareas que me fueron confiadas por el presidente. Este país tiene décadas de atraso en su infraestructura. Con este ambicioso programa vamos a pasar a la vanguardia en el continente con lo que eso trae en costos logísticos, competitividad y mejoramiento en la calidad de vida de los colombianos.  El plan de inversiones que le he comentado en esta entrevista representa cinco veces la inversión que se hizo en la ampliación del Canal de Panamá.
 
En el primer gobierno Santos se prometió un millón de viviendas y 100.000 gratis. No lo cumplieron. Para el segundo gobierno se elevó esa meta. ¿Cómo la van a cumplir si antes no se hizo?
 
Ya no tenemos sólo un programa, que fue el de las 100.000 viviendas gratis, ahora son cuatro. El primero avanzar en la construcción de otras 100.000 gratis pero focalizadas en los municipios pequeños, los de sexta, quinta y cuarta categoría, el reto es mayor porque son proyectos más pequeños y más distantes y eso disuade a las grandes constructoras  de interesarse en ellos, pero tenemos la convicción de que cerrada la convocatoria para lotes públicos, 600 municipios atendieron la convocatoria, hicieron el esfuerzo enorme de comprar terrenos con precarios recursos y atender los plazos fijados. En los lotes que le fueron puestos a disposición del ministerio hoy hay tierra para construir 200.000 viviendas gratis. Eso es una gran noticia. 
 
El segundo programa, que no existía, es el que busca atender el segmento entre 1 y 2 salarios mínimos, para ahorradores, o VIPA. 86.000 viviendas adicionales. Voló el programa y eso era natural, porque cualquier familia que tenga ingresos entre uno y dos salarios mínimos podrá comprar su vivienda pagando una modesta cuota de 180.000 y si está afiliado al Fondo Nacional del Ahorro esa cuota será de 90.000. Ese programa sí está direccionado a atender la demanda de las ciudades capitales. 
 
Y el tercero que se lanzó es el de Mi casa ya. Tiene la cobertura de 2 a 4 salarios. Cualquier colombiano que se acerqué ya a cualquier entidad bancaria podrá pedir su incorporación siempre que cumpla dos requisitos: que su nivel de ingresos vaya entre 2 y 4 salarios y que no tenga vivienda. Y será el mercado el que surta la oferta. Estas personas tendrán hasta septiembre para correr escritita o firmar promesas de compra venta. Y el Gobierno pone hasta 12 millones para la cuota inicial, que es lo más difícil de conseguir y subsidia hasta 4 y 5 puntos de la tasa de interés del crédito que tome el beneficiario. 
 
El cuarto es subsidio a la tasa para apalancar sector formal que es el de los subsidios de vivienda de las cajas de compensación familiar, ahí habrá 130.000 subsidios adicionales. El paquete, la oferta, nos permitirá iniciar 450.000 viviendas de interés social y prioritario. Eso se refleja en las encuestas, la credibilidad de los programas. Esto será el mayor dinamizar el empleo y de la propia economía.
 
¿En qué van las autopistas de La Prosperidad?
 
Terminó la contratación de la primera ola.  10 de ellas. Valor $12 billones. Todas están con contratos firmados y acta de inicio de obra suscrito, que es lo importante porque es desde el momento en el que empieza a correr el tiempo en cuanto al inicio de obras corresponde. Se contrataron 10 autopistas magníficas. A saber: Cartagena – Barranquilla. Pacífico 1, 2 y 3, que significa Camilo C – Primavera – Bolombolo - La Pintada - La Virginia. Ocaña – Gamarra. Perimetral de Oriente. Puerto Salgar – Girardot. Conexión Norte y Magdalena 2. Mulaló – Loboguerrero.  
 
Iniciamos las convocatorias de la segunda ola. Son $18 billones más.  Nueve ya están abiertas y escalonadamente estamos en el proceso de hacer el cierre para la presentación de ofertas. Ya se cerró Sisga, Villavicencio – Yopal, Santana-Mocoa-Neiva y el viernes pasado la doble calzada de Santander de Quilichao – Popayán. La siguiente semana Mar 1 y Mar 2, que es la salida de Antioquia al Urabá Antioqueño. La doble calzada Rumichaca – Pasto. 
 
Tercera ola serán $12 billones más, los estructuradores ya entregaron parte de sus proyectos, están radicados en Hacienda, son nueve concesiones adicionales y comprenden las dobles calzadas de Bogotá-Bucaramanga-Pamplona-Cúcuta. Adicionalmente el tramo Popayán-Pasto. Eso se espera contratarlo en el segundo semestre de este año. La segunda ola quedará toda adjudicada antes de que termine el mes de junio.
 
Las tres olas de las autopistas de origen público suman $42 billones y en paralelo le hemos dado curso al paquete de autopistas de origen privado. Ya llevamos aprobadas 6 de ellas: la doble calzada Ibagué – Cajamarca. El tramo tres Chirajara –Villavicencio. Cesar-Guajira. Cambao – Manizales. Antioquia-Bolívar.  Presentadas en Hacienda, de origen privado, aspiramos terminar el semestre con nueve adicionales, ya radicadas: el tercer carril Bogotá –Girardot. Girardot – Neiva. Y otras adicionales, como el segundo nivel del viaducto Soacha-Bogotá, que le permitiría a quienes ingresen por ese corredor ingresar a Bogotá tomando un viaducto de segundo piso a la altura de 3M antes de entrar a Soacha  y desembocando en la carrera 68. 
 
Pero la alcaldía dijo que no…
 
Pero el alcalde de Soacha se expresó favorablemente. El Alcalde de Bogotá ha dicho que en principio no le gusta la alternativa pero avanzaremos en ella esperando que reconsideren el tema. Este mes también tendremos radicado la autopista norte donde el concesionario propone ampliar a cinco carriles en cada sentido, más andenes y ciclorruta. Esa involucra la propuesta de la construcción y terminación de la doble calzada carrera 7 hasta La Caro. Calarcá –La Paila será radicada esta semana. Y en la medida que el minhacienda aprueba las iniciativas privadas, los originadores han recuperado la confianza. Y resulta muy útil porque el Estado no coloca ni un centavo. Asume riesgos pero no tiene fiscalmente ningún impacto. 
 
Hay varias obras grandes retrasadas…
 
Hemos vendo redefiniendo con los contratistas de la tercera ola, otrosí y mayores compromisos en la entrega de obra. La gran mayoría de ellas presentaban un atraso. Ruta del Sol 3 ya firmamos otrosí, este año deberían entregar 120 kilómetros. Ruta del Sol 2, Ruta Caribe, Transversal Américas presentaban inexcusables retrasos y con todas ellas hemos fijado metas para el cumplimiento de esas iniciativas que ya presentan demora considerable.
 
En la primera ola llegaron pocos oferentes. En la segunda se elevó. ¿Qué cambió el Gobierno?
 
Confianza se llama eso. Villavicencio – Yopal de los 10 precalificados nos llegaron siete y eso es muy halagador. Esperamos que ese sea el promedio de oferentes para todas las obras que nos resta. Para la tercera ola no habrá precalificados con el fin de que todo el mundo participe sin someterlos a la práctica de los sorteos, que se usó en la primera y en la segunda ola. 
 
¿Al fin los fondos de pensiones sí van a invertir en infraestructura?
 
Sí señor, nos expresaron que están muy interesados, requieren un cambio de norma muy razonable que ya está presentada al ministerio de Hacienda. La naturaleza de las obligaciones de los fondos de pensiones que son obligaciones a largo plazo convierten a eso fondos en un cliente, el más idóneo, para vincular sus inversiones al desarrollo de la infraestructura tal y como lo hicieron en Chile.
 
¿Usted cree que Bogotá necesita un cambio radical?
 
No me meta en controversia. Lo que sí creo es que a la ciudad le hemos ofertado varias alternativas para los tema de entrada y salida de Bogotá que tanto agobian a los capitalinos. Son varias propuestas. Ninguna le cuesta un centavo al Distrito. El jueves de la semana anterior cumpliendo cronograma estricto radicamos diseños definitivos para poner en marca la ALO. Bajo los ´parámetros que nos fijó el IDU. El compromiso de ellos es contestar en tres meses, que bueno que pudiéramos arrancar obras  de inmediato en un tramo donde el Invías ya ha invertido 220.000 millones en los predios, ya la carretera está construida y los puentes también. Es una obra que muy rápido se podría poner en servicio.
 
Expresé la de Divinorte, le dimos aprobación en prefactibilidad, diseños definitivos en el mes de junio. Tres, el viaducto de Soacha, complemento lógico del tercer carril a Girardot. Pero no tiene sentido tener seis carriles desde Soacha a Girardot y cuando llega a Soacha se demora más tiempo en entrar a Bogotá que en venir desde Girardot. Cuatro: el Distrito negó el puente de la calle 170 y de la calle 100, habrá que esperar un mejor momento para esta iniciativas útiles se vuelvan a plantear. Celebro que el Distrito haya aprobado el puente sobre la calle 80, estamos para terminar la doble calzada a Villeta y no se había podido iniciar esa obra que ya tiene autorización.  

Por Edwin Bohórquez Aya

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