Los esfuerzos del Gobierno, sumados a una coyuntura internacional no muy positiva, han hecho que el precio del dólar suba a niveles a los que no llegaba desde hace un año. En ese sentido, la divisa registró durante la jornada anterior un valor máximo de $1.852,90, pero finalmente cerró en $1.849, precio que no se alcanzaba desde mayo de 2012. En lo corrido del año el dólar ha ganado 4,65% ($82,22), mientras que en abril se ha valorizado 1,60% ($29,18). Esta semana la moneda ha repuntado 1,22% ($22,20).
Para la analista de Helm Bank, Marisol Torres, la subida, que favorece a la industria y el agro y, de paso, hace quedar bien al Gobierno, estuvo muy relacionada en la jornada del miércoles con los efectos del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe), anunciado el lunes por el presidente Juan Manuel Santos para reactivar la producción industrial y agropeacuaria.
“La intención manifiesta de incrementar la demanda de dólares en 5.000 millones adicionales con las medidas tanto del Fonpet como de los fondos de pensiones, todavía está teniendo mella en el comportamiento de la tasa de cambio”.
Sin embargo, también señala que hay factores externos relacionados con el comportamiento de los mercados internacionales, que ayudan a la depreciación del peso colombiano. “El contexto internacional claramente está ayudando a que la tasa de cambio esté en los niveles actuales. La caída del petróleo y de más de 1% en las bolsas en Estados Unidos y Europa, está teniendo efecto tanto en el peso colombiano como también en todas las monedas de América Latina”.
Por su parte, Omar Escorcia, analista de Asesores en Valores, sostiene que no hay factores nuevos que expliquen la volatilidad del dólar en el ámbito local, pero la situación internacional sí juega un papel importante. “Las posible rebaja en las calificaciones de Alemania ha ocasionado algo de aversión al riesgo, generando demanda por treasures nuevamente, a pesar de que las acciones están casi en máximos, pero vemos que la tasa de treasures a 10 años está por debajo del 2%, en 1,68%. Eso muestra apetito por activos refugio y significa una demanda de dólares a nivel global”.
El peso colombiano es la tercera moneda más desvalorizada de América Latina en lo corrido del año, después de Venezuela (por la fuerte devaluación decretada por el gobierno en el primer trimestre) y Argentina.