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Las cifras no son alentadoras. Pablo Sanguinetti, director de Investigaciones Socioeconómicas del Banco de Desarrollo de América Latina, en el más reciente informe presentado en Colombia, concluyó que en el país el 39% de la población económicamente activa es autoempleada, es decir, tiene su negocio, pero no emplea a nadie. El 4% crea oportunidades laborales, pero de esa cifra el 85% contratan a menos de cinco personas. Y sólo el 5 de ese 4% tiene más de diez empleados. A eso se suma la conclusión del Monitor Global de Emprendimiento: sólo el 1% de las empresas emprendedoras son exitosas.
A pesar de ello, empresarios colombianos como Albert Douer, vicepresidente de Ajover, considera que si el emprendimiento se vuelve de alto impacto, “el país cambiaría en todo. Podría lograr cambios nacionales, como hacer que la comida baje de precio gracias a procesos productivos efectivos, hasta crear un movimiento en el país que se vuelva el centro mundial de emprendimiento. Sencillamente lo que hay que hacer es romper barreras”.
Una estrategia en la que están trabajando organizaciones como Endeavor, dedicada a buscar, seleccionar y apoyar a emprendedores de alto impacto (EAI) a nivel global. Su aterrizaje en el país fue hace siete años y desde entonces ha respaldado a 38 emprendedores de 22 compañías, generando 7.100 empleos directos y aportando en un 0,13% al PIB nacional. Resultados de gran escala, como lo resaltan una y otra vez sus ejecutivos, quienes vinieron a Colombia para contar por qué en este país están, ante los ojos del mundo, germinando los grandes empresarios del mañana.
Mike Goodwin, una de las cabezas de Endeavor, cuenta que “sólo hemos visto el tema en el sector tecnológico, pero notamos sin duda alguna que hay mucho entusiasmo para empezar nuevos emprendimientos y eso es un factor primordial. Nosotros deseamos apoyar a los emprendedores que van a tener mayor impacto en la sociedad. Endeavor Colombia respalda a 14 empresas en Bogotá en el sector Tech y, según el estudio que realizamos hace seis meses, notamos que ha aumentado el número de pequeños emprendedores”.
Por eso ya tienen varias estrategias entre manos. “Un modelo llamado el efecto multiplicador. La idea es que como organización logremos enseñar cómo pueden las empresas tener un alto impacto en el desarrollo de las economías y las sociedades. Seleccionamos a emprendedores que podrían tener un eco muy grande en el sector y medimos ese impacto no sólo en el número de empleos que crean o las rentas que tienen, sino en la retroalimentación que hacen con el ecosistema”, agrega.
El estudio empezó hace seis meses en Bogotá sólo con empresas de tecnología, entrevistaron a más de 200 emprendedores que representan a unas 230 empresas. Respondieron cinco preguntas y a partir de ahí formaron un mapa de las conexiones que existen entre los emprendedores del sector. Lo más importante de todo, dice Goodwin, es que “los emprendimientos están surgiendo”.
Pero no es la única noticia. Endeavor Global trajo al país a Sunny Grosso, directora de desarrollo de nuevos negocios de Delivering Happiness. Exitosa, expresiva y emprendedora, dejó un mensaje: “Sabemos que cuando las empresas les ofrecen felicidad a sus empleados, ellos de inmediato mejoran su clima laboral, entonces la mejor retribución no está en el dinero, sino en la calidad de vida que se traduce en ganancias y lealtad. Eso les queremos decir a los emprendedores, que tener ideas y llevarlas a cabo con felicidad puede aumentar el nivel de productividad en los trabajadores del 30 a un 300%. Se trata de entregar felicidad. Y eso tiene de sobra Colombia”.