¿Seguir sembrando "el Ferrari del café"?

Mantener la calidad del grano colombiano ha sido tema central del congreso cafetero.

María Alejandra Medina Cartagena
05 de diciembre de 2014 - 03:32 a. m.
El buen nombre del café colombiano en el mundo no se puede sacrificar en busca de mayores ventas, dijo el Gobierno.
El buen nombre del café colombiano en el mundo no se puede sacrificar en busca de mayores ventas, dijo el Gobierno.

Muchos se estaban preparando para que este fuera otro año de crisis en el sector cafetero, cuya producción venía estancada en los 9 millones de sacos en promedio desde 2009. Pero no fue así. En 2014, la producción ha brillado, busca el techo de los 12,2 millones de sacos y hacerse a un ingreso de $5,5 billones, “el nivel más alto en la historia reciente”, según el presidente Juan Manuel Santos.

“Nosotros no vendemos un café normal, vendemos uno de altísima calidad, por eso el mercado nos paga con precios diferenciales”, recordó el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, durante el Congreso Nacional de Cafeteros, que termina hoy en Bogotá. El propósito del evento ha sido discutir los lineamientos para el futuro del café colombiano. Esta vez han girado en torno a dos palabras: cafés especiales. Se habla de la oportunidad que tiene el país al seguir enfocado en la exportación de productos de la más alta calidad o, por el contrario, al sacar al mercado internacional un grano de menor estándar.

“Una de las decisiones que habrá que tomar es si nos volvemos más genéricos. ¿Vamos a recibir más plata a menores precios o nos mantenemos en este nicho que ha sido exitoso durante 80 años?”, dijo Iragorri. “¿Seguiremos sembrando el Ferrari del café?” La Federación Nacional de Cafeteros es clara: no se puede sacrificar el buen nombre del café colombiano en busca de más consumidores o más participación.

El café especial “es importantísimo porque es una de las opciones que tenemos para poder mantenernos”, dijo en el congreso Arnubio Vargas, del Huila, al explicar que tener un café de gran valor es indispensable para el productor huilense promedio, que cuenta con nada más que 1,6 o 1,7 hectáreas. Los exportadores, en cambio, piensan que hay consumidores que gustan del sabor del café colombiano y que estarían dispuestos a tomar uno menos costoso.

Una apertura económica en ese sentido es uno de los puntos de la Misión Cafetera que más escozor han generado. Juan José Echavarría, su director, le dijo a El Espectador que para él lo adecuado sería que “cualquier persona que quiera exportar lo haga. Eso sí, la Federación podría dar garantía de que es cierto tipo de café”.

Los resultados preliminares de la Misión, según Iragorri, son producto de “un estudio serio” que debe ser tomado en cuenta, pero que se debe evitar a toda costa un daño a la institucionalidad de la Federación. Juan Manuel Santos incluso calificó a la organización como “un verdadero modelo para el posconflicto”. Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en La Habana, estuvo presente en el congreso y dijo que la Federación deberá adaptarse institucionalmente en un escenario de posconflicto.

- El plan del ministro

El ministro de Agricultura expuso el plan que tiene para el campo con el presupuesto de $5,2 billones, el cual se basa en cinco puntos estratégicos. Fortalecer la investigación a través de Corpoica y, para los cafeteros, a través de Cenicafé, así como brindar asistencia técnica con el servicio de extensión y becas. Anunció 2.000 becas para 2015, la misma cantidad que se ha entregado en los últimos seis años, con un 75% de financiación por parte del Estado. Hay convenio con 150 universidades en 250 carreras relacionadas con el agro.

La entrega de kits de maquinaria, el acompañamiento a toda la cadena productiva —desde la semilla hasta la comercialización— y, finalmente, la construcción de pequeños distritos de riego. “No quiero seguir montando grandes distritos que no han dado resultado. Unos $650.000 millones (se han invertido) en Ranchería, un sueño de los guajiros. Ahí está y no opera”. Recalcó que el presupuesto de la cartera para el manejo del agua es de $300.000 millones, además de los más de $600.000 anuales que hay para terminar de resolver Ranchería, Tesalia-Paicol y el Triángulo del Tolima. “El sábado vamos a lanzar una línea de créditos de acuerdo a los ciclos productivos de cada uno de los cultivos”, agregó. “No se pueden cobrar intereses mientras el palo empieza a dar los frutos”.

La Federación manifestó su beneplácito con el plan por medio de una resolución, así como se aprobó la gestión de Luis Genaro Muñoz, a quien el miércoles cinco comités le pidieron “dar un paso al costado” en la gerencia del gremio. Arnubio Vargas, del Huila, cuyo comité departamental firmó la petición de renuncia, dijo dar su “total respaldo” a Muñoz y que el 70% del departamento apoya al gerente. “No entiendo la posición de los compañeros. La respeto, no la comparto”.

 

mmedina@elespectador.com

Por María Alejandra Medina Cartagena

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