A pesar de las dudas que surgieron a media sesión, Wall Street cerró con ganancias, con la tendencia de los últimos días, sin grandes anuncios económicos y con alguna sorpresa que dio mucho que pensar a los operadores.
El Dow Jones, el principal indicador del mercado, avanzó un 0,73 %, aunque estuvo muy indeciso durante la jornada, inclusive con resultado negativo dos horas después de la apertura.
El descenso fue atribuido a una corrección en el precio del petróleo después de que se conociera que las reservas de crudo de Estados Unidos siguen acumulándose hasta niveles no vistos en varios años.
Pero fue algo temporal, y luego el mercado recuperó la buena marcha.
Sin embargo, aparte de eso y de algunos resultados trimestrales, como anticipo del empacho que comenzará la semana próxima, no hubo grandes novedades que movieran el mercado.
La jornada, en cambio, sí estuvo con el parqué revuelto desde el primer momento por la salida a bolsa de una firma tecnológica en una operación que dejó muchas preguntas en el aire.
La firma Pure Storage se lanzó al mercado con un precio inicial de 17 dólares por título, pero hubo poco interés, y al final terminó perdiendo casi un dólar, o el 5,82 %, desde su precio de salida.
Era la primera salida a bolsa de una firma tecnológica de cierta relevancia en varios meses, pero, según los analistas, se produjo en una época de fuerte volatilidad en el mercado.
No parecía que hubiera un interés especial por los títulos de esa firma, que buscaba reunir 300 millones de dólares en su salida a bolsa.
Se trataba de una presentación en la sociedad bursátil atrevida, entre otras razones porque la compañía californiana no ha tenido beneficios desde su creación, en 2009, aunque un reciente informe auguraba buen futuro a la empresa de almacenaje de datos.
Wall Street, sin embargo, se tomó la operación con recelos, y mucha racionalidad. Nada de prisas por comprar las acciones, a pesar del escándalo que hubo en el parqué coincidiendo con el lanzamiento.
Pero, al final, el mercado reaccionó con dudas sobre las razones que impulsaron a la compañía a salir en bolsa, y a hacerlo ahora precisamente.
A lo largo de este año ha habido una veintena de compañías del sector tecnológico que han salido a bolsa, pero otro medio centenar ha decidido esperar, porque no es buena época.
Wall Street ya pasó duras pruebas con la burbuja tecnológica que estalló hace quince años, y ahora no parece comulgar con ruedas de molinos.
A Pure Storage le tocó pagar el pato, aunque, según su consejero delegado, Scott Dietzen, "esto es un maratón, no un sprint".