La Superintendencia de Puertos y Transporte de la mano de asociaciones nacionales de colegios y de padres de familia; agremiaciones de transporte especial, empresa privada y entidades del Gobierno, lanzó este jueves la iniciativa que pretende ponerle coto a los problemas en las prestación del servicio de transporte escolar en Colombia.
La iniciativa se desarrollará en dos etapas. La primera, consiste en realizar 450 visitas de inspección a empresas de transporte especial, más de 80 operativos de control de la Policía Nacional a rutas que prestan sus servicios a instituciones educativas; capacitar a más de 14 mil conductores de empresas de transporte especial y la revisión e implementación del programa marco de enseñanza de Seguridad Vial en más de mil colegios.
Para ello, la Supertransporte convocará las mesas de trabajo (el pasado 11 de abril fue la primera), en las que participan la Confederación Nacional Católica de Educación (Conaced), la Unión de Colegios Internacionales (Uncoli), la Confederación Nacional de Asociaciones de Rectores y Colegios Privados (Andercop), Michelin Colombia, la Asociación Colombiana del Transporte Terrestre Automotor Especial (Acoltés), la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional (Ditra) y el Ministerio de Transporte.
En la segunda etapa se tiene prevista realizar una campaña de prevención que se llamará “#Enrutados” y que se materializará a través de una estrategia de comunicación digital que difundirá por los medios oficiales y redes sociales de cada una de las entidades partícipes y ciudadanos.
Durante el lanzamiento de la declaración, el superintendente de Puertos y Transporte, Javier Jaramillo, aseguró que el país no puede permitir que el incumplimiento de la normatividad y la falta de compromiso ciudadano atenten contra la calidad en la prestación del servicio de transporte escolar. Dijo que en lo corrido de 2016, según cifras de la Policía, se han registrado 29 accidentes de vehículos escolares a nivel nacional, en los que 65 niños resultaron lesionados y otros seis perdieron la vida. Cundinamarca, Barranquilla y Bogotá registran el 68% de esta accidentalidad.