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El 51% de comerciantes y tenderos son mujeres cabeza de hogar, la mayoría trabaja para conseguir el sustento diario de su familia, y aunque han tenido que ser emprendedoras por necesidad, sueñan con ir creciendo en su negocio hasta convertirse en grandes empresarias. Esos tenderos o “los amigos del barrios”, como les conocen muchos, son el nuevo público objetivo de la compañía SABMiller —una de las cerveceras más grandes del mundo— y, por supuesto, también de Bavaria.
Se trata de una alianza entre la multinacional de las bebidas y la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza extrema, ANSPE, Fenalco y Fenaltiendas que nada tiene que ver con el lanzamiento de un nuevo producto: “Es un proyecto a cinco años en toda América Latina para promover al tendero como un gran emprendedor social. Se denomina 4e, y el objetivo principal es formar 40 mil tenderos en toda la región, de los cuales 17.300 serán colombianos”, asegura Diego Molano, director de la Fundación Bavaria.
Un estudio realizado hace un año por SABMiller en América Latina fue el indicio que alertó a las compañías cerveceras de la importancia que tiene apoyar a los tenderos en materia de emprendimiento. Organizar su vida, planear la pensión, garantizar la educación técnica de sus hijos y por supuesto expandir el negocio, son sólo algunas de las necesidades que presenta el 10% de los pequeños comerciantes que están ubicados en la base de la pirámide.
El programa “4e, camino al progreso”, está dividido en cuatro etapas. Allí se ubicarán los diferentes comerciantes dependiendo del perfil y en la primera están, por ejemplo, los tenderos sostenibles, aquellos que llevan bien la contabilidad y saben de mercadeo; en la segunda etapa el responsable, que cumple con las leyes; la tercera hace referencia al comerciante excelente, que planea su negocio e innova en productos y servicios, y la cuarta etapa es para el tendero líder de la comunidad.
Pero para ser beneficiarios de esta iniciativa, los comerciantes deberán cumplir con ciertos requisitos: “Buscamos los tenderos más pequeños de Colombia, que tengan cierto grado de vulnerabilidad, que estén ubicados en zonas donde hay pobreza extrema y que, por supuesto, tengan toda la voluntad de participar”, afirma Molano.
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