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Brazos extendidos, gritos de satisfacción y un nudo en la garganta que impedía expresarse. Todos esos gestos y emociones embargaron ayer a los tres ganadores del premio Pyme Sostenible BBVA El Espectador, quienes, gracias a sus buenas prácticas de sostenibilidad, a la buena calidad de su capital humano, a las exitosas estrategias de innovación que han adoptado y su óptima capacidad financiera, sobresalieron entre 1.827 firmas inscritas.
Para ellos, esta distinción, más allá del premio monetario de $30 millones que trae consigo, en conjunto con un año de pauta publicitaria y una suscripción anual a El Espectador, un cupo de asistencia a los foros de este mismo diario y una beca para estudiar en el Colegio de Estudios Superiores en Administración (CESA), significó haber alcanzado un punto estratégico en su camino ascendente.
“Queremos centrarnos ahora en exportar. Ya hemos dado nuestros primeros pasos al vender a Ecuador y ahora queremos incursionar en otros mercados vecinos como Perú, Bolivia o Centroamérica”, comentó Jesús Alfonso Martínez, fundador de Bogotana de Mangueras, pyme que desde 1993 se ha especializado en fabricar este tipo de artículos de caucho para los sectores agrícola, industrial y automotor.
Él, ganador de la categoría Emprendimiento, ha consolidado una boyante empresa familiar que ha construido un lugar sobresaliente en el mercado local, con entregas puntuales y alianzas estratégicas con ferreterías, cementeras, acueductos, petroleras, fabricantes de motobombas, entre otros.
Ese camino fue recorrido, a su debido tiempo, por Myriam Moya, química farmacéutica que aprendió que la persistencia puede convertirse en una estrategia que, a largo plazo, puede brindar grandes resultados. Ella, la gerente general y directora técnica de Laboratorios Esko, lo puso en práctica en las tres versiones anteriores del premio, las cuales convirtió en un motor de nuevas ideas cada vez que su aspiración no resultaba exitosa.
“Queremos aprovechar la diversidad colombiana. Por eso desarrollamos ingredientes y productos cosméticos de alto valor agregado con plantas nativas”, comentó Moya, ganadora de la categoría Pequeña Empresa. Su proyecto, que nació hace 25 años, brilla hoy en Inglaterra, Francia y Alemania, países donde se venden sus productos dermocosméticos naturales, como cremas de manos, filtros solares o champús.
En otros casos, el reconocimiento premió un trabajo estratégico que, al día de hoy, permite cosechar triunfos de gran envergadura. Así lo reconoce Álex de la Ossa, gerente general de Xylem Water Solutions Colombia, la filial de una firma norteamericana que desde su entrada al mercado en 2006 se ha convertido en un actor estratégico, a nivel regional, en el tratamiento y transporte de agua.
“Este premio es para nosotros una gran responsabilidad. Estamos en un sector en que el agua representa lo más importante para la vida y esto nos fija un punto muy alto para seguir trabajando por todos los que la necesitan”, dijo De la Ossa después de recibir la distinción que destacó a su compañía como ganadora de la categoría Mediana Empresa.
Un honor que Xylem consiguió al desempeñar un trabajo clave en la construcción de acueductos y plantas de tratamiento en poblaciones del Atlántico, Casanare, Cundinamarca, Antioquia y Santander. Su nuevo reto será cumplir la meta del Plan Mega, la iniciativa de la Cámara de Comercio de Bogotá, bajo el cual buscará vender US$50 millones en el próximo decenio.