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A tributar para pagar las carreteras

Gobierno, académicos y empresarios están de acuerdo con que los propietarios de los predios en el campo paguen por el beneficio que les traerá la infraestructura vial. Revivirían cobro por plusvalía y valorización.

Edwin Bohórquez Aya
27 de noviembre de 2015 - 03:01 a. m.

Después de que el vicepresidente, Germán Vargas Lleras, anunciara el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI), el de los 52 proyectos de redes de integración vial, las cinco vías de la red férrea, los ochos ríos para disponer de 5.000 kilómetros de red fluvial, las 31 adiciones aeroportuarias en la modernización de esa plataforma y los 101 proyectos de la red básica que incluyen 12.681 kilómetros, es decir, la hoja de ruta para los próximos 20 años en materia de infraestructura, quedó claro que se necesitarán inversiones por más de $200 billones. Lo que no está claro es de dónde saldrán.

El tema, que está en manos de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), ya se puso sobre la mesa, y aunque por ahora, según dijo Vargas Lleras, se quiere precisamente que vengan aportes de todos los sectores, hay un tema espinoso del que ya se comenzó a hablar con precisión: revivir el cobro de plusvalía y la valorización en las propiedades rurales. Básicamente, que quien se beneficie de toda esta red de obras pague.

“Comprenderá que construir una carretera de 520 kilómetros entre Puerto Gaitán y Puerto Carreño traería una valorización infinita para todas las tierras circundantes en la Altillanura y la Orinoquia; pues sería bastante injusto que una inversión de esta naturaleza no tuviera en parte una contribución de usuarios que se verían beneficiados”, precisó Vargas Lleras a El Espectador, minutos después de hablar del PMTI.

Así las cosas, se viene el inminente cobro para los dueños de las tierras en el campo. El vicepresidente reveló, en otro congreso de empresarios, pero del sector del agro, las intenciones del Ejecutivo. “Necesitamos nuevas fuentes de financiación, la sobretasa (a la gasolina) no está cumpliendo todos los propósitos para los que fue creada… hay margen, si nos comparamos con otros países, nuestros peajes siguen siendo los más reducidos, la sobretasa da margen, y hablémoslo claramente: en este país no podemos seguir haciendo estas inversiones en unas carreteras sin volver a revisar el concepto de la plusvalía y el concepto de la valorización. Eso en mal momento lo acabamos hace 20 años. Lo tenemos para las ciudades, pero no lo tenemos para las regiones, y cómo es posible que estemos construyendo todas estas autopistas y nadie pague un peso, ni siquiera los predios por donde se van a hacer”.

Luego de lo cual fue incisivo: “Ustedes creen que es razonable si construimos esa carretera de Puerto Gaitán a Puerto Carreño, que vale $3,2 billones, y nadie paga un peso de todos los beneficiarios de la misma. Yo pienso que eso no debería ser así. Si no buscamos nuevas fuentes de financiación, no vamos a tener cómo seguir avanzando. Todas estas autopistas tienen períodos de amortización de 15 y 20 años en los que se logrará el recaudo estimado. Este país sigue siendo muy pobre. Nuestra diferencia con otras regiones es que en otros países los peajes son sólo para mantener; aquí son para mantener pero también para construir, o no lo lograríamos nunca”.

Vargas Lleras advirtió que sólo con recursos del Presupuesto Nacional es imposible seguir avanzando en el sentido que quiere el país. “Hay que volver a revisar valorización y plusvalía, que las tuvo el país toda la vida y las abandonamos en los años 90. Eso es muy injusto”.

Por eso, El Espectador les preguntó a varios actores económicos sobre la propuesta del vicepresidente. Javier Díaz, presidente de Analdex, respondió que “hay que buscar apalancamiento externo, porque uno ve que el mercado financiero colombiano no tiene la capacidad para financiar obras de esa magnitud”. Entonces, respecto a valorización y plusvalía prefirió decir que “el tema tributario en el campo se debe discutir a fondo y parte de lo que se quiere mirar en la reforma tributaria estructural son los impuestos territoriales. Hay que ver los beneficios y los contras. Hay que hacer el debate”.

Aunque el dirigente gremial prefirió no tomar una posición radical al respecto, Ana María Ibáñez, decana de Economía de la Universidad de los Andes y experta en temas agrarios, sí fue contundente: “La misión rural tiene un estudio sobre los precios de la tierra y qué los determina en el área rural. Muestra cómo, si hay vías y hay mejor conexión rural, los precios de los predios son mucho más altos. También concluye que hay un impacto sobre la población rural con las conexiones viales. El consumo de la gente aumenta, los ingresos también. Entonces, si a usted le construyen una 4G al lado, tiene que tributar”. También recordó que “los que menos tributan son los agricultores. Todo el día se quejan y no les ponen impuestos”.

Y fue más allá: “Se habla de las vías principales, pero ¿y las secundarias y terciarias qué? Son un desastre. Desde que acabaron con Caminos Vecinales, por alguna razón, no hay incentivos para que los gobernadores y alcaldes solucionen el tema de las vías, y esas son las que llevan hasta los mercados rurales y la población del campo”.

El debate se da ad portas de la entrega del informe de las recomendaciones finales para la reforma tributaria estructural. Por eso el anuncio del cobro de la plusvalía y la valorización tiene a todo el mundo pensando. Alessia Abello, socia de infraestructura y asociaciones público-privadas en Posse Herrera Ruiz Abogados, advierte que “desde la teoría es correcto, es una fuente que está diseñada para eso, que la gente que se vea beneficiada con las obras pague por eso. Sin embargo, es muy difícil en la práctica implementarlo, y sobre todo que la gente lo pague, porque hay mucha en las áreas rurales que no tiene la capacidad para hacerlo, que dependerá de la existencia de esa infraestructura para poder entrar a desarrollar su predio, su negocio y, de golpe, en el futuro podría pagar esa valorización. Y la gente que tiene la capacidad económica para pagar no necesariamente es la más juiciosa en la declaración tributaria. Puede ser complicado”.

Habrá que esperar, entonces, para ver qué tanto de los impuestos de los que habla Vargas Lleras buscarán aprobación en el Congreso. Por ahora el presidente de la Andi, el gremio más poderoso del país, que reúne a industriales y empresarios, también dijo lo suyo: “Tenemos que volver operativo el tema de la tenencia de la tierra en Colombia. Aquí las normas son claras y conocidas, pero usted no puede poner a tributar en los Llanos Orientales si no tiene clara la tenencia de la tierra. Si logramos aclarar eso, y además hacemos un desarrollo agroindustrial, pues es sensato que se ponga a tributar, sobre todo porque se les va a dar un acceso a los mercados internacionales que hoy no se tiene. Eso hay que pensarlo”.

Por Edwin Bohórquez Aya

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