Lo que brilla por su ausencia son las grandes demostraciones que se ven en otras empresas de Silicon Valley en momentos similares, como la promesa de Google de “hacer del mundo un mejor lugar” o la promesa de Facebook de crear “una cultura más abierta”.
En cambio, la compañía que se preciaba de ser una herramienta para los revolucionarios durante la Primavera Árabe se contentó con una promesa breve y modesta de “trabajar siempre en formas que mejoren, no reduzcan, un diálogo libre y global”.
Como compañía pública, Twitter tampoco será el feudo de sus todopoderosos fundadores, como ha sucedido con otras ofertas públicas iniciales que han involucrado el uso de estructuras de acciones de doble categoría para asegurar el control de los fundadores. En cambio reveló un liderazgo transparente y claro, y acuerdos de gobernabilidad de la junta directiva que la acercan más a una compañía tradicional.
Igual de ausentes estuvieron las sorpresas desagradables que a menudo hacen peligroso invertir en las ofertas públicas iniciales de compañías de internet. Como lo fueron en años recientes la advertencia de Facebook sobre un posible daño a sus empresas a causa del cambio al uso de internet en teléfonos móviles y el intento de Groupon de forzar sobre los inversionistas una forma poco convencional de calcular sus ganancias, hasta que intervinieron los reguladores.
“No hubo nada que pareciera débil, no hubo métricas inusuales que debieran develarse”, dijo Ryan Jacob, director de Jacob Asset Management, firma de inversión en tecnología.
Twitter, que aún es relativamente pequeña y probablemente siga generando pérdidas durante algún tiempo, incluso si tiene un fuerte crecimiento, ya ha comenzado a generar esperanzas de un debut estelar en el mercado de acciones. La revelación de su desempeño empresarial no atenuó estas expectativas.
Con ganancias de US$448 millones durante los últimos 12 meses, Twitter llega a Wall Street con el doble de las ganancias que LinkedIn, el portal de redes profesionales, reportó poco antes de su propia oferta pública inicial en 2011.