Los malos presagios sobre el comportamiento del empleo en EE.UU., un recorte en las ganancias esperadas del sector bursátil y el temor por un posible aumento de las tasas de interés por la Fed, le pasaron factura al Dow Jones, el principal índice de la Bolsa de Nueva York.
Los malos presagios en la última sesión de julio hicieron que el indicador cayera en terreno negativo y perdiera 1,9% para situarse en los 16.563,30 puntos. De esta forma perdió el impresionante ritmo de ganancias que había acumulado durante los últimos cinco meses.
La caída fue tan negativa que su cotización anual cayó a -0,1%., "son muchos hechos negativos presentándose en simultáneo. Los clientes quieren asegurarse de que no estallará una tormenta en el corto plazo", le dijo Joe Spinelly, analista del Deustche Bank, a The Wall Street Journal.
Buena parte de ese comportamiento se debe a los fondos privados, que prefirieron vender sus acciones y adquirieron una estrategia de inversión mucho más conservadora.