La semana pasada en Argentina la industria de videojuegos latinoamericana dio un paso que puede no ser tan imponente sobre el papel, pero sí muy significativo para el desarrollo del sector en la región. Se creó la asociación de desarrolladores de videojuegos de América Latina, que no tiene aún un nombre tan oficial –tampoco es el interés tenerlo- y que busca que el trabajo de estos empresarios y emprendedores sea cada vez más coordinado.
“Desde hace años se habla de colaborar, pero sólo se hace por Skype”, dice Martín Cao, de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (ADVA). Según explica, la nueva instancia facilitará el diálogo entre los representantes del sector de cada país, que cuando viajen por el mundo, haciendo el puente entre ellos, haya para todos oportunidad de hacer negocios, y se cuenten cada vez que en algún punto del globo haya un evento como Colombia 3.0, que se llevó a cabo esta semana en Bogotá.
En la cumbre digital, organizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, una de las tareas obligadas fue abordar la pregunta de hacia dónde va la industria de los videojuegos en América Latina. ¿Deberíamos ser –o podemos ser– consumidores, desarrolladores o un poco de los dos?
El consumo viene bien. El mercado latinoamericano, de acuerdo con cifras que maneja la ADVA, tiene más o menos 191 millones de jugadores asiduos, conocidos como gamers, y mueve unos US$4.000 millones, con crecimiento anual de cerca del 18%. Pero para los que conocen del sector, sin duda, los latinos deben apuntar a ser desarrolladores, porque al fin y al cabo, en todas partes, el mercado va en ascenso.
“El talento está, en todo el mundo. En Latinoamérica pensamos que tenemos un talento especial porque, viste, somos latinos. No es así, porque vas a Ucrania y también”, opina Cao. La oportunidad es para todos y Latinoamérica no puede quedarse afuera.
En Colombia el desarrollo de videojuegos comenzó hacia 2007, cuando estudios como Immersion Games empezaron a hacer productos 100% colombianos. Hoy, según cifras difundidas por la Cámara de Comercio de Bogotá, son más de 70 los videojuegos de exportación hechos aquí para plataformas como Windows, Android, iOS, PlayStation y Xbox. Uno de los casos de éxito más notables fue el desarrollo de Poltergeist, en el que el protagonista es un fantasma que va asustando a la gente, cuyo prototipo ganó $40 millones en un concurso de la japonesa Square Enix en 2012.
La consolidación de la industria local empezó a tomar más forma en 2010 con la llegada de la International Game Developers Association (IGDA). Desde entonces ha ocurrido algo que, en palabras de Enrique Fuentes, cofundador de IGDA Colombia, podría despistar: el número de estudios en el país ha decrecido. “Ha habido una contracción, pero ha significado maduración, selección natural de estudios que están entendiendo cómo ser un negocio sostenible”. Según cuentas del gremio, hoy en Colombia hay cerca de 40 estudios, 15 de los cuales se pueden considerar estables.
Si bien la industria es por naturaleza muy autodidacta, y, como dice Cao, “la experiencia se adquiere, más que formalmente, en el campo de batalla, viajando, conociendo, intercambiando opiniones”, para IGDA Colombia, el diálogo entre industria y academia debe ser constante, para que las universidades sepan qué tipo de profesionales necesita el mercado. En cuanto a legislación, dice Fuentes, “se puede lograr algo parecido a lo que se logró con la Ley de Cine, por ejemplo, devolver parte de los costos de producción. ¿Por qué es distinto para cine y para videojuegos? Son medios primos, uno es interactivo, el otro es lineal”.
De todas formas el mercado latino es pequeño, apenas el 4% del global, pero sólo con la penetración de smartphones es posible anticipar que seguirá creciendo. Sin embargo, ¿hacia dónde mirar? Los expertos aseguran que América Latina debe producir videojuegos para un público global, sin olvidar al consumidor local.
Behrouz Bayat, director de Execution Labs, una firma asesora de desarrolladores que quieren emprender, participó en Colombia 3.0 y advirtió que una de las claves para hacer el negocio rentable es volcarse de nuevo a las consolas: “Sugeriría mantenerse un poco al margen del negocio móvil, mirar otras plataformas, hasta los juegos para computadora se están congestionando”.