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Algunos bancos españoles están otorgando préstamos para la construcción de viviendas y reduciendo el costo de su endeudamiento, ocho años después de que congelaron los créditos para la construcción cuando estalló la burbuja inmobiliaria en el país.
CaixaBank SA, el tercer banco más importante de España, prestará este año 1.400 millones de euros (US$1.600 millones) para financiar a los promotores, más del doble del monto registrado en 2015, dijo la entidad crediticia. Banco de Sabadell SA entregó 850 millones de euros en préstamos para construir viviendas en Madrid y Barcelona el año pasado en tanto el valor de algunas de las nuevas construcciones subía hasta un 10 por ciento, dijo Joan Bertrán, responsable de inversiones en bienes raíces en el quinto banco de mayor importancia de España.
“Prevemos que la nueva oferta no alcanzará a satisfacer la demanda y esto se traducirá en un crecimiento sano del precio de la vivienda para estas nuevas construcciones”, dijo Bertrán, en una entrevista. “Ahora es el mejor momento para financiar y queremos conseguir nuestra participación en el mercado”.
La financiación de la construcción y los bienes raíces se congeló en el año 2008, lo que contribuyó a provocar un colapso inmobiliario que obligó a España a buscar un rescate de 41.000 millones de euros para sus bancos cuatro años más tarde. A medida que vuelve la demanda de los compradores y caen los costos de financiación, los promotores inmobiliarios están construyendo en dos de las ciudades más grandes de España, donde el crecimiento de los precios de los inmuebles y de los alquileres parece superar a los del resto de Europa.
Futuras ganancias
Madrid y Barcelona liderarán las futuras ganancias, de acuerdo con Philip Wedge-Bernal, analista de investigaciones sobre viviendas en Jones Lang LaSalle Inc. con sede en Londres. Los precios de las viviendas en la capital del país subieron un 7,5 por ciento en el primer trimestre, en comparación con un año antes y un 9,7 por ciento en Barcelona, ??según Tinsa, el tasador de propiedades más importante de España.
Jaime Pinilla, director general de CP Grupo, un promotor inmobiliario de la zona norte de Madrid, dice que su firma tiene 800 casas en construcción o a la espera de licencias. Todas se han vendido y uno de los principales problemas que enfrentan ahora es la escasez de terrenos en donde construir, agregó.
Los bancos financian actualmente hasta un 50 por ciento del costo de los terrenos edificables, dijo Pinilla. Es decir menos del 80 por ciento de la financiación que habrían concedido antes de la caída del mercado inmobiliario, pero un gran avance con respecto a hace tres o cuatro años, cuando era nula, agregó.
“La demanda ha aumentado considerablemente en el último año, lo que se debe a la mayor confianza de los compradores finales”, dijo en una entrevista. “Los bancos saben que los promotores inmobiliarios constituyen una fuente de ingresos para ellos y se muestran más dispuestos a prestar”.
Para atraer inversores
Ignacio San Martín, economista para bienes raíces en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, el segundo banco más grande de España, dice que el mercado inmobiliario del país está atrayendo inversores internacionales, en la medida en que la disminución del desempleo, los mayores ingresos disponibles y los costos de endeudamiento en niveles mínimos potencian la demanda de viviendas e impulsan precios más altos.
CaixaBank prevé que España podría construir entre 100.000 y 280.000 nuevas unidades al año en los próximos años en comparación con las 39.891 unidades que se construyeron el año pasado y el pico de 597.632 registrado en 2006.
“Cuando el mercado inmobiliario se desplomó, desaparecieron por completo las nuevas ofertas porque la mayoría de los promotores se declaró en quiebra”, dijo en una entrevista telefónica Rolf Zarnekow, responsable de bienes raíces en Aquila Capital, una firma con sede en Hamburgo, Alemania, que tiene previsto construir 1.200 viviendas en Madrid a lo largo de cuatro años. “La nueva edificación en el centro de Madrid se redujo a unas 1.600 unidades para una población de 3.2 millones de personas –no es suficiente”.