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Las zonas grises de la minería

A pesar de que es la locomotora que mejor marcha, el sector privado considera que falta hacer claridad en asuntos legales y ambientales.

Ricardo Gutiérrez Zapata
01 de enero de 2011 - 08:52 p. m.

Lo primero en lo que enfatiza Rafael Herz, presidente de Anglogold Ashanti para Colombia, es que el país no está viviendo un boom minero. A su juicio, lo que se está dando es la ratificación del potencial para la explotación de algunos minerales que tiene el territorio nacional.

Las cifras lo ratifican. En el último tiempo el sector de explotación de minas y canteras es el que más crece en el país. De acuerdo con el DANE, en el tercer trimestre de 2010 el Producto Interno Bruto (PIB) creció a un ritmo del 3,6%, en buena parte gracias al crecimiento de la actividad minera que presentó una variación de 10,3%, frente al mismo período de 2009.

Hacia el futuro estas cifras pueden incrementarse, dado el interés que ha despertado la riqueza mineral del país entre inversionistas, especialmente extranjeros. Datos del analista Guillermo Rudas indican que del año 2006 al 2010 se pasó de 1,9 millones de hectáreas con títulos para la explotación minera a 8,9 millones de hectáreas.

Entre los inversionistas se encuentran las multinacionales Greystar y Anglogold que hoy están en la fase de exploración en los proyectos auríferos de Angostura (Santander) y La Colosa (Tolima). Ambas empresas enfrentan una fuerte oposición de grupos ambientalistas para desarrollar su actividad, por considerar que atentan contra el suministro de agua en estos departamentos.

En el caso de Angostura, a esta oposición se ha sumado el concepto de la Procuraduría General de la Nación, que le solicitó al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial no otorgarle a Greystar la licencia ambiental para explotar el proyecto.

Ante estas situaciones, y en palabras de Rafael Herz, “la locomotora de la minería está lista a hacer un recorrido muy rápido, pero tiene grandes peligros de ser frenada”.

A los peligros, que a su juicio se enfrentan, es a la falta de claridad frente a las zonas excluidas de la explotación minera, pues, por ejemplo, “los páramos no están delimitados”; a la ausencia de coordinación estatal, “ya que algunos requisitos de las entidades locales contradicen los requerimientos de los organismos nacionales”.

Herz llama a estos puntos como zonas grises, y agrega que también le preocupan iniciativas que pretenden incrementar los impuestos sobre la explotación minera. “En Colombia el Estado se queda con cerca del 58% de los ingresos operacionales de los proyectos, frente a menos del 40% en países como Brasil y Chile. De aumentar es posible, como dice el Ministro de Hacienda (Juan Carlos Echeverry), que nos quedemos sin la mermelada para repartir por toda la tostada”.

Esta expresión es utilizada por el jefe de la cartera económica para referirse a la motivación de la ley de reforma a las regalías, que ya surtió cuatro de ocho debates en el Congreso de la República y que debe convertirse en Ley de la República este año, irrigando recursos para todo el país y financiando fondos de ahorro y compensación regional, lo que también será clave para brindarle combustible a la locomotora energética.

Dentro de este sector también será clave el papel que desempeñe la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), especialmente tras la decisión del Gobierno de vender hasta el 10% de su participación accionaria en la compañía más importante del país y que está valorada en unos $16 billones.

A esto se suma un ambicioso plan de inversiones para 2011, que alcanza los US$8.545 millones, dentro del que desempeñan un rol fundamental las exploraciones que adelanta en Colombia y en costas del Golfo de Estados Unidos, Brasil y Perú. El objetivo es llegar a producir 750 mil barriles de petróleo y gas diariamente.

Pero como en el resto de la economía, el sector minero energético se ha visto afectado por la temporada de lluvias que ha sufrido el país. “Sin lugar a dudas, el invierno ha tenido efectos e impactos. Sin embargo, el sector minero energético es el que mayor capacidad tiene para mediar los efectos negativos producidos por la ola invernal. Algunos campos de Ecopetrol en el Magdalena Medio se inundaron, la tubería de algunos tramos de oleoductos se vieron afectados por derrumbes, no obstante fueron atendidos y reparados casi que de inmediato, a tal punto que no se conoció en la opinión pública”, explicó el ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado Noriega, quien agregó que esta “locomotora tendrá la oportunidad para sacar adelante al país”.

Las peticiones para explotar minerales en 40 millones de hectáreas también reflejan el creciente interés por este sector. La clave de su éxito está en lograr que su desarrollo no reñirá con la diversidad ambiental de Colombia, quizá su mayor riqueza.

 

Por Ricardo Gutiérrez Zapata

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