“Reelección del rector de la UNAD es completamente ilegal. Todos lo saben”: con este tuit, la ministra de Educación, Gina Parody, volvió a encender ayer las polémicas que vienen rodeando a la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).
Sin dar muchos detalles, Parody dijo que el proceso de reelección de Jaime Alberto Leal era irregular y que no entendía la actuación de los funcionarios públicos que apoyaban su continuidad.
Luego, la viceministra de Educación, Natalia Ramírez, explicó que en el caso de esta convocatoria se omitió una publicación en el Diario Oficial del acto administrativo que ordena la apertura de la elección, lo que impidió que otras personas se postularan al cargo y que los colombianos se enteraran.
“No hacer esta publicación se traduce en que los colombianos no se enteraron de la convocatoria, pero esta es una universidad pública y cualquier ciudadano que tenga el perfil puede aspirar a ser rector”, dijo Ramírez.
Aunque el Ministerio le propuso al Consejo Superior de la UNAD reiniciar el proceso y convocar nuevamente candidatos, la solicitud fue negada y por el contrario el máximo órgano de gobierno universitario votó a favor de la reelección de Jaime Alberto Leal. En respuesta, el Mineducación anunció que en los próximos días demandaría esta decisión.
A esta situación se unen otros señalamientos que tienen a la universidad en el ojo de las autoridades. El Mineducación reveló hace un par de días que está investigando una serie de contratos, por más de $30.000 millones, celebrados por la UNAD con la Secretaría de Integración Social de Bogotá.
La idea es comprobar si estos convenios terminaron favoreciendo a fundaciones ligadas a concejales que participaron en el carrusel de la contratación de Bogotá.
Frente a estos señalamientos, el rector aseguró en entrevista con El Tiempo que todos los contratos suscritos con la Secretaría de Integración Social fueron de interventoría y tienen certificados de cumplimiento a entera satisfacción. “La universidad presentó todas las pruebas a la Fiscalía hace más de dos años, sin que hayan encontrado aún ningún tipo de suspicacia o injerencia”, dijo.