A los 15 y ya en la Nacional

BRYAN GARCÍA
Ingeniería de sistemas

Pasión y excelencia
Con total seriedad y mirando fijamente a los ojos, Bryan García cuenta su experiencia durante el primer día de clase: “Nunca antes había entrado al campus. Por eso, ese lunes todo me pareció extraordinario. Las asignaturas, mis compañeros y el nivel de exigencia me hicieron ver que muy pocos tenemos el privilegio de estudiar lo que queremos y, más aún, en la mejor universidad del país”. Sin miedo y con muchas expectativas, este bogotano logró ingresar a la carrera de ingeniería de sistemas con uno de los mejores puntajes. Desde niño y con ayuda de su familia ocupó los primeros lugares en el colegio. Aunque reconoce que no es amante de la lectura, cree que su curiosidad y capacidad para aprender y analizar lo que los profesores le enseñan han sido las claves de su rendimiento. Bryan considera que su corta edad es una ventaja para competir en el mundo laboral. Por eso espera en cinco años terminar su pregrado y emprender una maestría fuera del país.

ANGIE ANTOLÍNEZ
Fisioterapia

Vocación para ayudar

Como si se hubiera tratado de una casualidad, Angie Antolínez ingresó a los 15 años a estudiar fisioterapia en la Nacional. Su primera opción era medicina. Sin embargo, su afinidad con las materias y los profesores le ha mostrado a lo largo del primer semestre que se encuentra en la carrera correcta. “Siempre tuve buenos resultados en el colegio. Desde pequeña me han gustado las matemáticas, pero me decidí por el área de la salud porque descubrí que mi proyecto de vida es ayudar a la gente”.

Aunque la mayoría de sus compañeros tienen más de 23 años, su edad no ha sido un problema para acoplarse al mundo universitario. “La clave es ser serio y concentrarse en el estudio para demostrarles a los demás que uno es capaz. Se puede ser joven, pero no hay que perder el horizonte”. Al llegar al último semestre, Angie aspira a tener uno de los promedios más altos en su carrera, viajar a España para realizar una maestría en deporte y regresar para poner en práctica lo aprendido.

PEDRO SALAZAR

Ingeniería civil

Amor por el conocimiento

A sus 14 años, Pedro Salazar tenía claro que quería estudiar ingeniería civil en la universidad pública más importante del país. En cuestión de meses culminó su bachillerato y no tardó en presentar el examen de admisión. Aunque falló en su primer intento, sabía que con un poco de esfuerzo podía lograrlo. Con uno de los puntajes más altos, consiguió listarse en una de las carreras más demandadas. Hoy, con 15 años, sabe que el apoyo de su familia, su disciplina y pasión por la lectura lo acercaron a ese sueño.

“El primer día me sentí como en casa. Todos éramos nuevos. Mi edad nunca ha sido un problema. Al contrario, me ha servido para proyectarme a futuro sin que esto signifique que no viva mi adolescencia como los demás; salgo con mis amigos y me encantan los videojuegos”. Una vez termine el pregrado espera comenzar una maestría o especialización que le permita desarrollar ideas innovadoras para la planeación de las ciudades.