Primer adelanto de recomendaciones de la misión de Sabios

Garantizar la educación en primera infancia y en secundaria, y revivir la normal superior son algunas de las estrategias que propone el grupo de Ciencias Sociales para el Desarrollo Humano y la Equidad.

Juan Miguel Hernández / @JuanMiguel94
12 de junio de 2019 - 02:00 a. m.
Clemente Forero.  / Cortesía
Clemente Forero. / Cortesía

Clemente Forero es el director del grupo de Ciencias Sociales para el Desarrollo Humano y la Equidad de la nueva Misión de Sabios. En su equipo trabajan dos profesoras colombianas y cuatro expertos extranjeros: Ana María Arjona, directora del Centro de Conflicto y Drogas de la Universidad de los Andes; Sara Victoria Alvarado, directora del doctorado en Infancia y Adolescencia de la Universidad de Manizales; William Maloney, jefe para el crecimiento equitativo, las finanzas y las instituciones del Banco Mundial; Stanislas Dehaene, presidente del consejo asesor de la educación en Francia; Johan Schot, director del Centro de Estudios e Innovación en Inglaterra, y Kyoo Sung Noh, presidente del Centro de Productividad de Corea.

“Es posible que en los próximos días se vincule al grupo un exministro de Ciencia y Tecnología de la China”, dice emocionado Forero y agrega que “las reuniones de los últimos meses las han hecho por Skype, con dos traductores y en tres idiomas: español, inglés y coreano”.

En entrevista con El Espectador, Forero revela los detalles de un primer borrador de recomendaciones presentado durante la Cumbre de la Misión Internacional de Sabios, que se realizó en Medellín entre el 10 y el 11 de junio.

¿Cuál es la recomendación principal que el grupo que usted lidera le hará al Gobierno?

Nos hemos planteado una pregunta específica para comenzar la investigación: ¿es posible tener crecimiento con equidad en Colombia? La respuesta es que si nosotros continuamos con el modelo de crecimiento económico que tenemos, basado en la explotación de los recursos naturales, en concreto del petróleo y del carbón, entonces no es posible hacer compatibles el crecimiento y la equidad. Pero cuando la base del crecimiento son las ideas, el conocimiento y el saber científico entonces sí es posible lograr crecimiento con equidad. Ese es el argumento económico central que nos anima.

¿Cómo piensan lograr que el conocimiento sea la base de la economía en Colombia?

El conocimiento tiene dos componentes fundamentales en los que vamos a trabajar: educación, por un lado, e innovación con base en la ciencia, por el otro.

Concentrémonos en educación, ¿qué estrategias concretas proponen en este campo?

Hemos estado mirando en detalle la historia de EE. UU. desde 1890 a 1980, noventa años en los que Estados Unidos tuvo un crecimiento muy grande. ¿Cómo se dio? Expandiendo mucho la base de la gente educada. Hay un libro de unos profesores de Harvard, Goddin y Katts, que demuestra que durante esos años el motor de la economía norteamericana fue la educación, no la educación para las élites, sino la educación para las bases. Durante esa época la educación secundaria y universitaria fue casi gratuita. Queremos replicar eso a nuestro modo.

¿Cómo sería ese modelo propio?

Nosotros estamos planteando la universalización de niveles claves para la equidad en Colombia: primera infancia y secundaria. Creemos que ahí está la clave para generar movilidad social. Si una persona no puede pagar esa educación, el Estado debe comprometerse a subsidiarla. Tenemos que entender, además, que la educación en Colombia debe estar orientada hacia el posconflicto. Por eso pensar la educación rural es fundamental para nuestra estrategia.

¿Qué retos o dificultades habrá en ese proceso?

El primero y el más complejo es hacer un bachillerato que se adapte a las necesidades locales. Cada municipio debe tener una educación secundaria específica que utilice los recursos y las vocaciones de la región. Esto debe funcionar con la coordinación de las universidades públicas locales. Otro de los problemas es la deserción de los jóvenes en los últimos años de bachillerato. Esto se explica no solo por falta de colegios, sino, fundamentalmente, por la necesidad que tiene la familia de ponerlos a trabajar. Por eso la nueva secundaria debe ser universalizada, diversificada y con empleo.

Muchos expertos coinciden en que la calidad de los profesores es el principal problema de la secundaria. ¿Qué recomendaciones harán en ese sentido?

Proponemos crear pedagogías y didácticas para la equidad. Esto no se va a hacer en un año. Para formar buenos maestros nos toca pensar en revivir escuelas como la normal superior que tuvo Colombia en los años 40, cuando teníamos a muchos exiliados de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial como profesores e investigadores de primera línea. Esa nueva normal debería ser la cabeza de un gran sistema de formación de maestros en las regiones.

¿Cómo combinar ese trabajo de las normales con las facultades de educación que existen hoy en día?

En Colombia hay 44 universidades con doctorado en educación. Tenemos que subir los estándares de calidad y conformar redes de estas distintas instituciones que se dedican a la formación de profesores.

Por Juan Miguel Hernández / @JuanMiguel94

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