Publicidad

Profesor de ética denunciado por acoso

Un profesor de la Universidad de Yale, reconocido mundialmente por sus charlas de Justicia Global fue acusado por una de sus alumnas de aprovechar su influencia para acosarlas sexualmente.

Jesús Mesa
26 de mayo de 2016 - 04:43 a. m.
 Thommas Pogge ha tenido una destacada hoja de vida, con numerosas publicaciones académicas. / Wikimedia
Thommas Pogge ha tenido una destacada hoja de vida, con numerosas publicaciones académicas. / Wikimedia

Thommas Pogge es un hombre brillante. El alemán, de 62 años, es quizás uno de los filósofos más reconocidos de la actualidad y sus posturas sobre Justicia Social lo han llevado a dictar conferencias y seminarios por todo el mundo. Sin embargo, mientras que en sus teorías Pogge acusa a los países ricos por abusar de su poder contra los pobres, en sus aulas hace exactamente lo mismo, pero esta vez con sus alumnas.

Fernanda López Aguilar, hondureña de 29 años, estudió en la Universidad de Yale hasta el año 2010. Allí, conoció al profesor Pogge, quien hacía parte de la Facultad de Filosofía y era uno de los profesores con mayor prestigio dentro de la Universidad.

“Tomé una de las clases con Pogge en 2006, cuando estaba empezando. Pero cuando él accedió a ser mi asesor de tesis, quedé perpleja”, cuenta López. “No podía creer que uno de los mejores profesores de Yale se hubiese fijado en mí”.

Con la tesis en marcha, Pogge y López empezaron a intercambiar correos electrónicos y a entablar una relación más cercana. Tiempo después, Pogge le ofreció a López una vacante dentro de su Grupo de Investigación, en el que el profesor se aseguraría que le pagaran lo que ella considerara justo. “Lo haremos funcionar, no lo dudes”, le aseguró el profesor en un correo.

Pero todo fue claro para Fernanda luego de un viaje a Chile, en donde por primera vez se dio cuenta de sus verdaderas intenciones.

“Él era mi mentor –dijo López–. Ahora veo que era ingenua, pero pensé que en realidad me apreciaba por mi intelecto. Me sentí halagada porque había visto algo en mí“, cuenta Fernanda.

Al llegar al hotel, López pensó que su profesor había reservado dos habitaciones, sin embargo, se dio cuenta de que solo había reservado una. Con una sola cama.

Según cuenta Fernanda, su profesor le sugirió que se acostara con él a ver una película. Ella se rehusó y se sentó en un sofá lejos de la cama. En un descuido, Pogge se le acercó, le agarró uno de los senos y le frotó sus genitales. Ella salió corriendo, pero no tenía para dónde ir, volvió a la habitación y le pidió a su novio por Skype que la mantuviera despierta mientras se acababa la noche.

Las acusaciones en contra de Pogge son un secreto a voces dentro de la comunidad internacional de filosofía, un campo académico que está ocupado casi en un 70 % por hombres, y en el que varias mujeres se quejan por las dificultades que tienen para sobresalir frente a sus contrapartes masculinas. Al llegar a Yale, López buscó denunciarlo de inmediato, pero esta no era la primera vez que el profesor se veía envuelto en un escándalo sexual.

En 1990, cuando Pogge dictaba clases en la Universidad de Columbia, una de sus estudiantes lo acusó de acosarla sexualmente. Y más recientemente, en 2014, una estudiante de maestría, que en ese entonces vivía en Europa, acusó al profesor de ofrecerle oportunidades laborales a cambio de favores sexuales. La Universidad de Yale, según cuenta el portal BuzzFeed, sabía de estas acusaciones y muchas otras, por años. Así que cuando López Aguilar fue a denunciar a su profesor, la universidad en vez de empezar las investigaciones, optó por ofrecerle 2.000 dolares a cambio de su silencio. López no aceptó e insistió en que su versión debía ser, al menos, escuchada.

Finalmente, un panel interno de la Universidad evaluó la denuncia, pero su respuesta fue tibia. Mientras por un lado aceptaban que había “gran evidencia de que el profesor Pogge se había comportado por fuera de los estándares de comportamiento éticos”, la Universidad alegó que “la evidencia era insuficiente para condenarlo por acoso sexual”, según rezan los registros disciplinarios. El caso fue cerrado.

Por el lado de Fernanda, la denuncia terminó siendo un karma. El trabajo que había conseguido le fue arrebatado. Pogge afirmaba que la acusación era solo una maniobra de López para quitarle dinero. Y mientras el caso estaba cerrado, era la palabra de ella contra la de uno de los profesores más prestigiosos de la universidad.

Pero cuando estuvo a punto de desistir, Fernanda encontró en un blog un testimonio que curiosamente era muy parecido al de ella. Un autora anónima había escrito una entrada titulada “Tuve un romance con mi héroe, un filósofo famoso por su ‘moralidad’”. López se contactó con la escritora y, con mayor evidencia, optó por denunciar de nuevo el acoso de su profesor.

Y a pesar de que la Universidad ha recibido cartas, tanto de estudiantes como de profesores de otras instituciones, que han alimentado la evidencia de la conducta de Pogge, Yale afirmó que esas acusaciones estaban por fuera de su jurisdicción y que no reabriría el caso. Al día de hoy, Pogge sigue en Yale, dirigiendo su programa de Justicia Global y dictando clases de filosofía y problemas internacionales.

Por Jesús Mesa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar