La ruta para la inclusión financiera

A ma?s de mil de los municipios ma?s apartados del pai?s ha llegado esta iniciativa que busca incentivar el ahorro y darles a conocer a los colombianos las posibilidades que ofrece el sistema financiero.

El Espectador
21 de agosto de 2016 - 11:27 a. m.
La ruta para la inclusión financiera

En una especie de apostolado se ha convertido la labor de quienes recorren el país a bordo del Bus Escuela. Un gigantesco vehículo amarillo que además de personas transporta conocimiento, información que busca transformar vidas a partir del manejo inteligente de las finanzas.
 
Para quienes vivimos en la ciudad pagar los servicios desde el celular, realizar transacciones por teléfono o chatear con un asesor bancario para resolver cualquier trámite financiero no es ninguna novedad. Pero en las zonas rurales y municipios más apartados del país, en donde se ahorra debajo del colchón o entre un tarro de galletas, son una posibilidad extraordinaria que en muchos, incluso, todavía despierta asombro.
 
Y es que todavía falta camino por recorrer para garantizar que la totalidad de la población tenga acceso a los servicios del sistema financiero. El año pasado, según Asobancaria, el 75 % de los colombianos tenía por lo menos un producto. La meta para este 2016 es lograr que esa cifra crezca al 77 % y para 2018 el objetivo es llegar al 85 %.
 
Iniciativas como la de Bus Escuela, promovida por Bancolombia como parte de su estrategia de responsabilidad social, contribuyen al cumplimiento de este propósito. Y es que desde que comenzó a rodar por el territorio nacional, en 2008, más de 35 mil personas al año han recibido lecciones de educación financiera. Desde aprender a manejar el cajero automático hasta cuáles son las bondades de un CDT y cómo hacer realidad proyectos a corto, mediano y largo plazo a través de los productos que ofrecen los bancos forman parte de las enseñanzas que reciben niños, adultos mayores, jóvenes, madres cabeza de familia y trabajadores que se animan a subir a esta ruta del saber.
 
Una responsabilidad que está en manos de un grupo de profesionales que sacrifican su vida en familia por recorrer Colombia promoviendo la educación y la inclusión financiera. Luis Carlos Caicedo, 31 años, comunicador social y periodista, nacido en Medellín, es el coordinador general de la campaña y lleva cinco años montado en este bus.
 
Cuenta que es una experiencia que tiene momentos felices pero también difíciles e incluso situaciones en las que lo invade el miedo. “Es muy satisfactorio llegar a sitios muy alejados donde la gente no ha tenido la oportunidad de conocer o acceder a temas financieros. Nos sentamos a escucharlos, guiarlos, sacarlos de dudas y muchas veces nos volvemos hasta sus confidentes y consejeros. Con ellos reímos, lloramos, compartimos y hacemos amistades para la vida”.
 
Sin embargo, se le hace un hueco en el estómago cada vez que tiene que despedirse de su familia. Una ausencia que entristece y que comparte con colegas como Yuli Paola Huertas, logística líder, quien lleva dos años vinculada a este proyecto; o Juan David Buitrago, que ya completa seis años a bordo de Bus Escuela.
 
“Siempre que voy a mi casa, recuerda Buitrago, es una inyección de energía para salir y seguir realizando este maravilloso trabajo. No niego que cada vez que salgo de viaje y miro hacia atrás y veo a mi mamá, mi novia y el resto de mi familia en la puerta despidiéndome siento un nudo en la garganta porque no los veré en meses. Pero también me da cierta alegría porque voy a reencontrarme con mi otra familia, mis compañeros, para seguir ayudando a las personas a hacer sus vidas un poco más fáciles y eso hace que todo valga la pena”.
 
Por el sacrificio y la entrega que implica esta labor, asegura Caicedo, su trabajo es motivo de curiosidad y admiración. “Lo cierto es que aquí se está por gusto y amor a lo que se hace, es lo que permite que la distancia con nuestros seres queridos sea más llevadera”. Ayudar, dice Huertas,no es para nosotros una obligación sino un placer. “El simple hecho de que una persona te dé las gracias por ese apoyo que les brindaste es satisfactorio o que los niños te regalen una sonrisa, un abrazo o te hagan preguntas tan inocentes logra que esa ausencia de la familia sea tolerable”.
 
Está demostrado que la educación es el camino para transformar la sociedad. Desde los más pequeños hasta quienes están haciendo cuentas para disfrutar de una vejez tranquila o emprendedores que necesitan de un empujón para hacer realidad su idea de negocio. El bus es una oportunidad para que todos aprovechen las bondades del mundo financiero. A barrios, parques en municipios, colegios, universidades y empresas llega el Bus Escuela de Bancolombia para promover la educación e inclusión financiera.

Por El Espectador

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