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Gilles Lipovetsky, de 71 años es uno de los pensadores más reconocidos. / Cristian Garavito - El Espectador
Gilles Lipovetsky es uno de los pensadores más reconocidos en el campo académico mundial. Sus libros ‘La era del vacío’ y ‘El imperio de lo efímero’ causaron un gran revuelo al realizar una radiografía incisiva de los cambios culturales que experimentaron las sociedades occidentales en las últimas décadas. Hace algunos días, el intelectual galo llegó a Colombia para participar en el segundo foro: “La Estupidez una Reflexión Urgente’ organizado por la Personería de Bogotá y las universidades Externado y Nacional. En diálogo con El Espectador habló de la expresión íntima de la estupidez y su diferenciación con la ausencia de civismo, las posibilidades informativas de la televisión y el papel de la educación en la formulación de una nueva cultura ciudadana.
En sus diversas intervenciones en el país ha venido reflexionando sobre si se puede hablar de estupidez en la hipermodernidad. ¿Pero a qué se refiere cuando habla de estupidez?
No es un concepto filosófico ni científico, entonces no podemos responder a esta pregunta más que en el plano del sentido común, que a mi modo de ver, requiere una consideración filosófica. Es así que la estupidez respondería a un comportamiento o una propuesta contraria a la realidad, pero también hay otros tipos de estupidez. Tiene que ver con la finitud humana, también tiene una expresión intima. Considerar que una parte es el todo, por ejemplo. Tampoco hay que confundir la falta de civismo con estupidez.
Usted ha hablado de una expresión intima de la estupidez, haciendo referencia a lo que sienten algunas personas cuando no se tienen seguridad, y no confían en lo que afirman…
Es algo que no podemos cuantificar, pero muchas personas se sienten estúpidas porque no confían en sí mismas, piensan que dicen tonterías. Las sociedades deben luchar contra ello y ayudar a que las personas se valoren; una ciudad inteligente no es únicamente aquella que pone a disposición de todos una tablet e internet, sino aquellas que se preocupan por el bienestar de las personas.
¿Es una estupidez que integrantes de algunos grupos armados ilegales sigan creyendo que pueden llegar al poder por medio de la violencia?
Al principio no era algo que se considerara estúpido, pero ahora si sería una estupidez, ya que el mundo cambio. Además, seguirían luchando contra un enemigo que no existe.
Hablemos de un tema que ha tenido mucho impacto mediático, y es la faltas de civismo en el transporte público y el descontento con las condiciones de transporte urbano en la ciudad. ¿Cómo podemos mejorar las condiciones de los habitantes de la ciudad?
Las ciudades tienen una responsabilidad más grande que antes, la escuela ya no basta. Estamos en sociedades de aprendizaje permanente, pero así mismo, desde las escuelas se debe reforzar entonces el respeto por el otro y la simpatía; enseñar que hablar muy duro y cerca de otra persona en un vehículo es molesto, pero esto depende de la educación. Tampoco hay soluciones milagrosas sino que se necesita de trabajo constante. Debemos fortalecer los aspectos urbanos que posibilitan a sus ciudadanos a ser más que simples consumidores.
Algunas personas son renuentes a ver televisión, afirman que en muchos casos, idiotiza. ¿Usted qué piensa?
Conozco el discurso. Es clara la fuerte influencia en la vida de los mercados, los vídeos, los medios. Algunas personas dicen que la publicidad vuelve estúpida a las personas y los lleva al consumismo para ser felices. En los postulados de estas personas, también hay dos formas de estupidez. La primera es decir que ver televisión te convierte en idiota, porque también trae muchos beneficios, las personas pueden informarse, ver el mundo que no pueden alcanzar físicamente en otras geografías. Por otra parte, es estúpido creer que consumiendo usted va a ser feliz. Creer que comprando un objeto llegará la felicidad.
Malgastar y destruir los recursos naturales de una ciudad es un acto de estupidez…
El mal uso de los recursos naturales, la contaminación es mas que estúpida, el daño ambiental es criminal.
Filósofos como Theodor Adorno y Max Horkheimer hicieron una fuerte crítica al entretenimiento y a la industria especializada en ese ámbito. ¿Usted qué piensa?
Me molesta cuando escucho que buscan aumentar los impuestos a estas revistas para reducir sus consumos. Las revistas funcionan porque hay unos consumidores, un público que le interesa. La pregunta que habría que plantearse realmente es como redireccionamos los consumos. Si la educación fuera más creativa, las personas no estarían pendientes de la vida de otras personas, ajenas a su realidad, sino innovando y creando. Yo no tengo problemas con las revistas de farándula, pero sencillamente no me interesan.
* Traducción de Sébastian Longhurst - Lengua Viva Traductores
Por Steven Navarrete Cardona
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