Alarma por aumento de ataques con ácido en Londres

Hace apenas unos días, la policía reportó seis ataques en 90 minutos en varios puntos de la capital inglesa. ¿Qué está pasando?

Salvador Robayo
17 de julio de 2017 - 10:22 p. m.
Una mujer paquistaní atacada con ácido y que recibió tratamiento médico en Londres.  / AP
Una mujer paquistaní atacada con ácido y que recibió tratamiento médico en Londres. / AP

Resham Khan y su primo Jameel Mukhtar estaban celebrando el cumpleaños de Resham el 21 de Junio en Londres cuando fueron atacados con ácidos corrosivos. Como reporta el Evening Standard los primos estaban en un carro cuando un desconocido les lanzo la sustancia. La celebración se convirtió en una pesadilla: heridas extremas para Khan y Mukhtar, quienes se han estado tratando de recuperar de este brutal ataque.

Aunque suene extraño, historias como esta se han vuelto comunes en Inglaterra, donde en promedio 3 ataques con ácido ocurren cada semana. Estadísticas de la policía metropolitana inglesa han mostrado un incremento significativo de los ataques con ácido en los últimos cinco años.

Según reporta The Guardian, mientras que los ataques con armas blancas y de pistolas han bajado sustancialmente, los ataques con ácido han incrementado. La mayoría de estos casos están concentrados en Londres, donde los ataques con ácido reportados han subido de 186 entre abril del 2014 y marzo del 2015 a 397 en el mismo periodo entre el 2016 y 2017. Estos 397 casos reportados forman parte de casi un tercio de los 1500 casos de ataques de ácido reportados cada año, según reporta The Independent.

Hace apenas unos días, la policía reportó seis ataques en 90 minutos en varios puntos de Londres. Las autoridades detuvieron a un joven de 16 años, quien este lunes negó que él haya cometido los ataques. El adolescente, que no puede ser identificado por su edad, fue detenido por la Policía el mismo 13 de julio por supuestamente haber rociado con ácido a sus seis víctimas desde una motocicleta, con el presunto móvil del robo.

Otro joven de 15 años, que fue arrestado el 14 de julio en relación con los ataques, y que se cree que iba sentado detrás en la moto, ha sido puesto en libertad vigilada a la espera de comparecer en una audiencia judicial en agosto. El chico que negó su participación en los ataques, ante un tribunal juvenil en el barrio londinense de Stratford, ha sido acusado de trece delitos.

Entre estos, figuran cargos de agresión grave intencionada, posesión de un objeto para descargar una sustancia nociva, robo e intento de robo. Según los investigadores, desde su motocicleta de baja cilindrada, el joven atacó a seis varones que también iban en moto -algunos eran repartidores- rociándoles en la cara, con un espray, una sustancia corrosiva, supuestamente para robar sus vehículos.

Según Simon Harding, un profesor de la universidad de Middlesex, este fenómeno se puede explicar por la falta de controles para conseguir ácido, lo cual ha atraído a criminales dado a los estrictos controles para comprar cuchillos y pistolas. Harding también cree que el ácido se ha vuelto popular en las pandillas como una herramienta para establecer una reputación en el mundo criminal. La popularidad de esta arma en las pandillas se ha visto representada en las estadísticas que muestran que la mayoría de los ataques de ácido en Inglaterra son entre hombres.

Por eso se está haciendo una revisión de la legislación vigente por parte del Gobierno. La ministra del Interior, Amber Rudd, adelantó en un artículo periodístico que pedirá a las autoridades competentes que analicen si pueden aumentarse las penas de cárcel para este tipo de delitos, planteándose incluso la cadena perpetua.

Las medidas para combatir estos crímenes cubrirán revisar su tipificación, para que las sustancias usadas -como amoníaco, lejías o ácidos- puedan clasificarse como "armas peligrosas", restricciones en su venta y más apoyo a las víctimas, que a menudo quedan desfiguradas. "Queremos asegurarnos de que quienes cometen estos terribles delitos sienten todo el peso de la ley", escribió Rudd.

Según datos de la Policía, en los seis meses hasta el pasado abril se han cometido en Inglaterra y Gales unos 400 ataques con ácido, si bien el tipo de delito al que acompaña varía, pues puede tratarse de un robo, ataques racistas, agresiones sexuales o incluso crímenes de "honor" (contra mujeres que supuestamente han deshonrado a sus familias).

Los expertos consideran que los ataques con ácido han proliferado porque son sustancias accesibles en tiendas e incluso en el hogar y hasta ahora su uso tenía menos consecuencias que el de otras armas, como los cuchillos.

No obstante, la jefa para ataques con sustancias corrosivas del Consejo Nacional de Jefes de Policía, Rachel Kearton, declaró a la BBC que, aunque se ha incrementado, el número de agresiones con ácido es porcentualmente "diminuto", comparado con los delitos cometidos con, por ejemplo, cuchillos.

Los activistas han respondido rápidamente a este problema. Jaf Shah, el líder del Acid Survivors Trust ha dicho que  “En el corto plazo, el gobierno tiene que introducir un sistema de licencias en el mercado de los ácidos concentrados y el uso de las tarjetas de crédito para facilitar investigaciones policiacas”, con estas medidas, Shah cree que se puede reducir incidentes como el ataque a los dos primos musulmanes. Otros activistas han propuesto prohibir la compra de ácidos corrosivos a los menores de edad.

La policía metropolitana inglesa ha estudiado estas propuestas, y ha estado tratando de hablar con productores para dificultar la venta de acidos corrosivos. Con esto, esperan parar el incremento de ataques con ácido.

Aun así, la mayoría de los casos de ataques terminan sin condena en Inglaterra. Según estima la policía metropolitana inglesa, por ahí 75% de los casos de ataques de ácido reportados no terminan en condenas, un ciclo facilitado por el hecho de que la mayoría de las víctimas de dichos ataques no quieren reportar al agresor.

 

 

Por Salvador Robayo

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