La demanda, presentada ante un tribunal de San Franciso, afirma que "Otto y Uber tomaron la propiedad intelectual de Waymo con el fin de ahorrarse el riesgo, el tiempo y los gastos vinculados al desarrollo independiente de sus propias tecnologías". Agregando, además, que "en resumidas cuentas, este robo calculado les produjo más de medio millardo de dólares en salarios de Otto y le permitió a Uber reanimar un programa bloqueado, a costa de Waymo", precisa la petición.
Waymo acusa a Otto y a Uber de robo de secreto industrial y violación de patente, y pide un proceso ante un jurado con el fin de prohibirles la utilización de sus tecnologías, así como indemnizaciones por un monto aun no precisado.
El litigio está relacionado particularmente con los captores láser "Lidar", que permiten a un vehículo "ver" coches, peatones y otros obstáculos a su alrededor, y en los que Waymo dice haber peatones y otros obstáculos a su alrededor, y en los que Waymo dice haber invertido "decenas de millones de dólares y decenas de miles de horas de ingeniería".