Así se tomó la foto de la mujer que enfrentó a una tanqueta en Venezuela

Régulo Gómez, fotógrafo venezolano de 28 años, fue el encargado de inmortalizar el momento. Las imágenes de la mujer, que a pesar de los gases lacrimógenos resistió, le dieron la vuelta al mundo.

Lucety Carreño Rojas (@LucetyC)
22 de abril de 2017 - 01:58 a. m.
La foto que le dio la vuelta al mundo.  / Cortesía de Régulo Gómez, La Patilla.
La foto que le dio la vuelta al mundo. / Cortesía de Régulo Gómez, La Patilla.

De fondo, una tanqueta de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) blanca e imponente. Al frente, una mujer de más de 50 años que llevaba una camisa blanca de manga larga. Debieron pasar varias horas por lo que ya estaba opaca y con manchas grises. Llevaba un pantalón negro, tenis, una bandera de Venezuela sobre sus hombros, como la capa de una superheroína, y una gorra con los colores amarillo, azul y rojo con estrellas en la mitad que cubrían su cabello corto y canoso. La mujer no abarcaba ni una tercera parte del vehículo. 

Iba sola y se iba acercando, despacio, pero con fortaleza en sus pies. Los demás manifestantes se habían dispersado, producto de los gases después de la marcha del pasado miércoles en la que desfilaron tanto chavistas como opositores. Ella seguía ahí, firme, pero pacífica. “Simplemente se paró frente a él... No escuché que dijera nada ni agrediera de ninguna forma. La GNB comenzó a pedirle que se retirara por un altavoz. Ella ni se inmutaba. Comenzaron a arrojarle bombas. Ella seguía allí, inmóvil, decidida. El ‘rinoceronte” avanzaba tratando de quitarla. Él retrocedía y ella con él”.

Régulo Gómez: La Patilla

Las llantas eran más grandes que la mitad del cuerpo de mujer. Las imágenes le dieron la vuelta al mundo. En la secuencia de fotografías se ven sus ganas de impedir que la tanqueta continuara. Se volteó y se arrunchó como un bebé al capó, gritando con su cuerpo, implorando por su patria.

Ella seguía allí, impertérrita, desafiante. El tanque pretendía avanzar. De repente, desde adentro comenzaron a salir gases lacrimógenos, pero ella no desistió, se aferró como un árbol a sus raíces. Quedó petrificada tapando su rostro con un pañuelo mientras los gases le recorrían las entrañas, la borraban de la escena en la que solo se veía humo.

Régulo Gómez, fotógrafo venezolano, de 28 años, fue el encargado de inmortalizar el momento. Su motivación para salir a las calles, junto a miles de venezolanos, era enfrentar la dura situación que vive su país. Esas imágenes representan que “nosotros, como ciudadanos, somos el cambio”.

Es fotógrafo de tiempo completo, trabaja para un medio digital llamado La Patilla. Hace imágenes desde hace cuatro años. “Usualmente realizo retratos, "Street Fashion", y fotografía de conciertos. La fotografía documental siempre ha estado presente de alguna forma. Me llama mucho la atención”. Fue su sentir, el amor por su tierra, lo que hizo que dejará de lado su estilo habitual y se enfocara en las marchas.

Régulo Gómez: La Patilla

Todos los días llega a las 8:30 a.m. a su lugar de trabajo. Luego de una especie de consejo, él y sus compañeros miran cómo está el día y se distribuyen por distintos destinos. Sus días transcurren en caminar, buscar noticias, enfrentar el peligro: la candela, las piedras, las lluvias, el agotamiento del transcurrir de las horas, los gases y lo que ellos desencadenan, “el mal respirar a pesar de la máscara”. Con todo eso, captura los instantes, los vuelve perpetuos.

Gómez quiso retratar algo más que una protesta el miércoles pasado. “La resistencia. La fuerza que tenemos como pueblo. El caer en cuenta de que es cierto eso que dice el viejo refrán, ‘Más hace el que quiere que el que puede’".  El fotógrafo no pudo conversar con la señora porque fue detenida. En un momento, la tanqueta retrocedió y llegaron más de 10 agentes de la Guardia Nacional en motos. En una de esas se la llevaron a la fuerza. Luego se enteró de que, “estaba bien y en su casa”.

Los días pasan y Gómez y sus colegas se informan de lo que está pasando en su alrededor por las redes sociales, aunque hay muchas noticias falsas, con los compañeros de trabajo y personas que viven en las zonas afectadas, pues “la televisión nacional realmente informa nada o muy poco del conflicto o de las manifestaciones en general. El tema de la escasez es real. Tanto de comida, medicinas, productos de higiene personal. Hay lugares donde los puedes conseguir, pero con altos costos. La mayoría de la población no puede tener acceso a ellos”. Él lleva dos semanas sin conseguir pan.

Gómez finaliza su jornada entre las 4:00 y las 5:00 p.m., siempre y cuando no haya nada más por hacer y luego de descargar el material. Se va a su casa con la mejor actitud, “siempre hay que ser positivos, más cuando estas rodeado de ese tipo de situaciones. No es fácil, pero es necesario. La máscara, el casco, el bolso de la cámara, el caminar toda la ciudad. Ver a personas ahogadas o heridas es muy fuerte realmente. Pero como dicen, cuando haces lo que amas, no se hace pesado”.

Régulo Gómez puntualiza al decir que, como fotógrafo, su forma de ayudar, colaborar y aportar a la situación que afronta su país es mediante un clic.

Por Lucety Carreño Rojas (@LucetyC)

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