Carrie Lam, la mujer que desató la furia en Hong Kong

Carrie Lam —la polémica jefa de gobierno de Hong Kong, hoy bajo presión por haber promovido un proyecto de ley para autorizar extradiciones a China— derrochó en apenas dos años el capital político y espiritual que ganó en más de cuatro décadas.

- Redacción Internacional
17 de junio de 2019 - 12:43 p. m.
Carrie Lam, jefa de Gobierno de Hong Kong.  / AFP
Carrie Lam, jefa de Gobierno de Hong Kong. / AFP

Carrie Lam, de 62 años, fue elegida en 2017 como jefa del poder ejecutivo de Hong Kong, pero su carrera comenzó apenas se graduó de un colegio católico. Entonces consiguió un puesto en el gobierno local que la llevó a ser secretaria de Desarrollo y después secretaria jefa de la Administración de la ciudad. Su camino ascendente siempre estuvo basado en la fe.

(Puede ver: En fotos: millones de personas se toman Hong Kong para protestar contra la extradición)

“Desde el primer día dije que esta era una oportunidad que Dios me concede. Si lo analizas racionalmente, quizá no querrías hacer este trabajo: exige muchos sacrificios y afrontar muchas dificultades. Pero cuando. Dios me llamó para decirme que me necesitaban para seguir sirviendo a Hong Kong, respondí”, aseguró Lam, cuando fue nombrada al frente del poder ejecutivo local por una comisión formada, en su mayoría, por personas leales a China.

Aunque algunas actuaciones la hicieron merecedora del apelativo de la “bombera”, porque apagaba todos los escándalos que surgían, ahora es señalada como la responsable del proceso acelerado de degradación de las libertades locales: ha descalificado (y arrestado) a políticos disidentes, se negó a renovar la visa del corresponsal del Financial Times y acusó de “revoltosos” a los millones de manifestantes que protestan en Hong Kong desde hace varios días y que ayer protagonizaron la marcha más grande de la historia reciente: dos millones de personas.

(Ver más: Se extiende el caos en Hong Kong: se avecinan multitudinarias protestas)

Pero esos “revoltosos” lograron debilitarla. Lam tuvo que suspender el controvertido proyecto de extradición y, además, pedir disculpas. “Pido perdón por haber provocado conflictos y disputas”, dijo. Sin embargo, su petición fue insuficiente. La marea humana que protesta ahora pide su renuncia. “Personalmente creo que ya no puede gobernar Hong Kong; ha perdido a la opinión pública”, afirmó Dave Wong, un manifestante de 38 años.

Este lunes, nuevamente, miles de manifestantes marcharon hacia la sede del Ejecutivo local de Hong Kong exigiendo la dimisión de la jefa del Gobierno, así como la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición.

(En contexto: Hong Kong paralizada tras masivas protestas contra la extradición a China)

Para los analistas, las manifestaciones y la presión sobre Lam continuarán porque se alineó con China. Hong Kong es una de las dos zonas administrativas especiales de China, que está por debajo del poder central, pero goza del más alto grado de autonomía. Lam parece haberlo ignorado.

Por - Redacción Internacional

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