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Más de un mes completa la tensión diplomática entre Ecuador y Perú por la construcción de un controvertido muro que ha puesto en orillas muy opuestas a los gobiernos de ambos países, situación que no ocurría desde 1995, cuando protagonizaron la última gran guerra entre naciones latinoamericanas. Para finalizar el enfrentamiento, tres años después, los países firmaron los Acuerdos de Brasilia que contenían el procedimiento para administrar, mantener y limpiar el canal de Zarumilla, una zanja que, prácticamente, lo único que contiene son deshechos de Aguas Verdes (Perú) y Huaquillas, (Ecuador). Este lunes, la tensión se elevó con el llamado a consultas de Hugo Otero, embajador peruano en Quito, tras varias solicitudes del Gobierno de Perú para que se detuviera la construcción.
Mucho se ha asemejado el proyecto con la idea de Donald Trump de separar a Estados Unidos y México por medio de un muro gigante, pero en realidad es una comparación desorbitada.
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El muro de la discordia hace parte del Parque Lineal, un lugar de 24.915 metros cuadrados que está siendo construido en la localidad ecuatoriana de Huaquillas. La pared en cuestión tiene unos 800 metros lineales cimentados a lo largo de la frontera ecuatoriano-peruana, con una altura que oscila entre uno y tres metros, y tiene una importancia vital para el parque ya que funcionará como soporte de una plataforma de relleno que nivelará el suelo y, además, servirá para prevenir y controlar inundaciones.
La polémica inició el pasado 5 de junio, cuando Perú solicitó que se detuvieran de inmediato los trabajos de la construcción. Ese día, el Gobierno peruano también pidió que se reunieran los cancilleres de ambos países para tratar temas relacionados con la obra, pues según Lima está en un espacio que debe quedar libre según los acuerdos firmados en 1998, en los que se contempla que deben haber, al menos, 10 metros libres de margen del canal, con el objetivo de evitar que el espacio se convierta en un botadero de basuras y un foco de contaminación.
El 6 de junio, Ecuador respondió la solicitud y aseguró que el muro cumple con el Acuerdo de Brasilia. Su argumento fue que el parque se levanta en territorio ecuatoriano y respeta los límites establecidos, aunque desde la otra acera alegan que no hay ni cinco metros libres. Además, Lima afirma que la construcción “impacta negativamente” en la integración fronteriza.
Nada de esto fue válido para que Ecuador aceptara iniciar un diálogo sobre el muro, por lo que este lunes Perú llamó a consultas a Hugo Otero, su embajador en Quito, pues consideró que se hicieron los pedidos pertinentes. "La decisión se ha tomado teniendo en consideración que el Gobierno del Ecuador ha construido un muro como parte del denominado Parque Lineal en la franja derecha del Canal Internacional de Zarumillla", aseguró la cancillería peruana para justificar su decisión.
La respuesta del Gobierno de Lenín Moreno fue casi inmediata, y mediante un comunicado lamentó que su vecino haya tomado tal determinación. Curiosamente, ahora la cancillería ecuatoriana sí manifestó su disposición por que se dé una reunión de cancilleres en esta semana, para abordar no solo el tema del muro del parque sino otras obligaciones que tienen en el canal fronterizo. "Dicho pedido de reunión había sido formulado desde la semana pasada, sin respuesta por parte del Perú", indicó Ecuador en su comunicado.
El parque, cuya entrega está prevista para septiembre de este año, también tendrá un centro comercial y un mercado con 550 puestos para reubicar a los comerciantes informales que hoy en día trabajan en condiciones negativas en el borde del canal. El tránsito de personas será garantizado con la construcción de un puente peatonal en la zona ecuatoriana.