Cúcuta, 24 horas antes de la constituyente

La ciudad más desempleada del país es la primera puerta de miles de venezolanos que ingresan a Colombia.

Mariangela Urbina Castilla
29 de julio de 2017 - 12:05 p. m.
El éxodo de venezolanos cruzando el puente Simón Bolívar en Cúcuta podría aumentar este fin de semana. / AFP
El éxodo de venezolanos cruzando el puente Simón Bolívar en Cúcuta podría aumentar este fin de semana. / AFP
Foto: AFP - GEORGE CASTELLANOS

La terminal de Cúcuta es la imagen perfecta de lo que pasa en esa ciudad, capital de Norte de Santander, 24 horas antes del día del juicio final en Venezuela: venezolanos atiborrados, algunos dormidos en camarotes, otros en sillas plásticas y la mayoría en el suelo, esperan el bus que los lleve al lugar donde desean reorganizar su vida. Arrancar de nuevo.

Cúcuta les sirve de tránsito. Los recibe con sus 32 grados centígrados en promedio, mal que bien los acoge en la terminal y después los expulsa. Christian Krüger, director de Migración Colombia, dijo en una entrevista en W Radio que la migración “es inteligente”. Es decir, explicaba Krüger, la migración tiene como objetivo la búsqueda de un lugar que ofrezca opciones de empleo, de estudio, en últimas, calidad de vida. Y si hablamos de Cúcuta, la primera puerta a Colombia para la mayoría de venezolanos, hablamos de la ciudad más desempleada del país, con la tasa de informalidad más alta (68 %), con los mercados llenos de carne de contrabando (más de la mitad del mercado de carne en la ciudad viene de esta actividad ilícita), con cientos de personas aterrizando de la guerra del Catatumbo —Cúcuta es una de las protagonistas del posconflicto— y con una población famosa por la berraquera, que busca sobrevivir como puede.

“Cada vez salen menos carreras”, dice Sigifredo Orozco, quien conduce un carro con el que le ayuda a la gente a transportar mercados o mercancías. Todos los trabajos formales le han sido esquivos, pero no se rinde. “A veces no alcanza ni para los recibos, pero uno no se queda quieto”, explica.

Según cifras de Migración Colombia, sólo el 30 % de los venezolanos que pasan la frontera hacia Colombia se quedan aquí. Según Krüger, la cifra es de alrededor de 300.000 a 350.000 personas. El resto son colombianos que están de regreso: se estima que un millón de colombianos vivían en Venezuela y muchos han vuelto. Los otros son personas que vienen de compras, a visitar familiares o por asuntos de salud, y luego regresan. Y finalmente está el grupo de aquellos que vienen de tránsito. Ellos son los que ocupan los pasillos de la terminal.

Algunos viajan a Ecuador, otros buscan llegar a Chile, Perú, Argentina o más cerca: Bogotá, Medellín, Cali. Cualquier lugar con más empleo que Cúcuta.

Sin embargo, los restaurantes cucuteños están llenos de venezolanos en el servicio; también las peluquerías, los supermercados y los bares. Según el alcalde local, más de 11.000 venezolanos votaron en Cúcuta el plebiscito del 16 de julio, convocado por la oposición como un mecanismo para rechazar la asamblea constituyente y oponerse al gobierno de Maduro. En efecto, aunque las instituciones aún no tienen un censo, se estima que un gran número de venezolanos escoge Cúcuta como su destino. “Yo tengo mucho que agradecerle a Cúcuta”, dice Gloria Medina, venezolana que dirige un puesto de comidas.

La cuenta regresiva

Según Francesco Bortignon, director de la Misión Scalabriniana que regula los albergues del Centro de Migraciones, donde diariamente se albergan en promedio 60 venezolanos, “en la vigilia de la asamblea constituyente, la gente está muy preocupada”. Bortignon intuye que en estos días ha aumentado su llegada a la ciudad y cree que dicho aumento oscila entre el 5 y el 10 %.

Sin embargo, Migración Colombia asegura que el número de venezolanos atravesando la frontera no ha variado respecto a las semanas anteriores. También admite que este fin de semana puede ser determinante. “Estamos a la expectativa, así como están los venezolanos, frente a los días próximos”, comenta Krüger, y agrega que su oficina está preparada para la hora en que se presente un aumento vertiginoso de la migración.

La expectativa tiene una razón de ser. Una vez se elijan los candidatos para la asamblea constituyente y ésta entre en funciones, podría tomar cualquier decisión sin que ninguna institución tenga capacidad para oponerse y sin que el pueblo vote al respecto. Debido a que las decisiones de esta asamblea son de carácter constitucional, podría, por ejemplo disolver el parlamento, de mayoría opositora, y el Ministerio Público, ocupado por Luisa Ortega, quien ha sido una de las voces más fuertes en los últimos días contra el oficialismo.

La oposición, así, convocó a una huelga de 48 horas para impedir las votaciones, después de que alrededor de 7 millones de personas manifestaran su desacuerdo en el plebiscito de hace 15 días.

En ese contexto, Lilian Tintori, quien ha sido imagen de la oposición desde que su esposo, Leopoldo López, fue detenido, salió por estos días del país con sus hijos, argumentando que los niños tenían un curso extracurricular en Estados Unidos.

Sumándose a la tensión, Estados Unidos sancionó a 13 chavistas de alto rango, entre ellos constituyentes y funcionarios públicos. Colombia se sumó a la medida. Según Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, el país investigará a los 13 sancionados por el gobierno de Trump y revisará si tienen negocios o cuentas en Colombia, para bloquearlas.

“Es muy importante que el país sepa que la Unidad Democrática asume el mes de junio como un mes definitivo”, aseguró Freddy Guevara, en nombre de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), partido opositor. Además hizo un llamado a “escalar” las protestas. Y agregó: “Llegó el momento de avanzar”. Cúcuta, mientras tanto, espera.

Por Mariangela Urbina Castilla

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