El asesino serial que quiso fundar una iglesia para ebrios

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"Pido al pueblo panameño que recuerde que nunca en mi vida he dañado a un ciudadano panameño, nunca maté un panameño", dijo el norteamericano William Dathar Holbert antes del inicio del juicio en su contra. Y tenía razón: Holbert no mató a ningún panameño pero sí a cinco coterráneos suyos a los que asesinó para robarles sus propiedades. El modus operandi era el siguiente: Holbert se hacía amigo de extranjeros adineros a los que les proponía hacer negocios. Luego los asesinaba y enterraba en el jardín de su hotel en las paradisíacas islas de Bocas del Toro. 

Hasta que lo descubrieron y huyó. Lo persiguieron por tres países hasta que fue detenido en Nicaragua el 26 de julio de 2010 junto con su Laura Michelle Reese. Y entonces empezaron a conocerse algunos curiosos hechos del pasado de Holbert. Como que era admirador de Adolfo Hitler o que quería fundar una iglesia para ebrios. Así se lo contó un empresario turístico, Donald Winner, a AFP. "Estaba formando en su bar un tipo de Iglesia, el ‘Primer Templo de los Ebrios’ y él supuestamente era el primer Papa. Este hombre buscaba gente que podía manipular y dominar. Gente dócil", dijo. 

Winner fue quien alertó a las autoridades de que una amiga suya, Cheryl Linda Hughes, había desaparecido y que, al parecer, Holber estaba vinculado con su desaparición. Los primeros restos humanos que encontraron en el jardín de Holbert fueron, precisamente, los de Hughes. La lista de asesinados por los que se procesa a Holbert la completan los estadounidenses Bo Barry Lawrence Icelar, Michael Brown, Manchittha Nankratoke Brown y Watson Seaward Brown.

Pero el proceso en su contra se ha aplazado ya varias veces y los familiares de las víctimas temen que el caso quede impune. Holbert, por su parte, ha dicho que ha "confesado y apoyado a la fiscalía al 100 por ciento durante el proceso y he participado de la resocialización que me ofreció el sistema penitenciario". Se esperaba que hoy se diera inicio al juicio en su contra pero este fue de nuevo aplazado. Holbert sigue pidiendo clemencia con el argumento de que no mató panameños sino norteamericanos. Como si el gentilicio de las víctimas cambiara algo.