La religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez Argoti fue secuestrada el 7 de febrero cerca de la localidad de Koutiala, a 400 kilómetros al este de la capital Bamako (Malí). La monja franciscana trabajaba como misionera desde hacía seis años en la parroquia de Karangasso. Este martes, tras dos meses de su desaparición, "cuatro malienses, de los cuales tres trabajaban en la parroquia donde fue secuestrada la religiosa colombiana fueron inculpados y colocados bajo custodia por un juez antiterrorista en Bamako", declaró una fuente judicial. (Lea: Se conocen detalles del secuestro de monja colombiana en Malí)
El sur de Malí, donde fue secuestrada la religiosa colombiana, ha sido escenario de ataques yihadistas en las fronteras con Costa de Marfil y Burkina Faso, al igual que el norte y el centro del país. Las fuerzas de seguridad creen que tras el secuestro, la rehén fue llevada hacia Burkina Faso, a donde se extendieron las búsquedas.
Argoti, oriunda de Pasto (Nariño), cuenta con 48 años de edad. La mujer ha trabajado por 25 años con la comunidad religiosa. Para el momento del hecho, la monja compartía la residencia en Karangasso, con otras tres compañeras, quienes no sufrieron daño durante el secuestro.