La UE: una familia separada

Esta decisión se produce en medio de una nueva división por la reeleción de Donald Tusk, rechazada por Polonia, su país de origen.

redacción internacional
12 de marzo de 2017 - 03:00 p. m.
La primera ministra polaca, Beata Szyd?o, protagonista de la más reciente rebelión en la UE.  / AFP
La primera ministra polaca, Beata Szyd?o, protagonista de la más reciente rebelión en la UE. / AFP

La Unión Europea era la familia perfecta: la esperanza de que un mundo multicultural era posible. Pero eso se acabó. Tras la salida del Reino Unido, ese bloque anda de crisis en crisis y no parece salir de allí. Eso explica, de alguna forma, la reciente decisión del reelegido presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de decirle adiós a las "fotos familiares" durante las cumbres de la Unión. Desde la UE dijeron que esto hace parte de un plan para modernizar las cumbres. No se menciona, por supuesto, que los presidentes de los países que componen la UE ya no se sienten cómodos unos con otros. 

Y es que los encontrones se han vuelto pan de cada día tras el Brexit. Apenas esta semana, durante la Cumbre en Bruselas, Polonia amagó con boicotear el encuentro, en rechazo a la posible reeleción de Donald Tusk, acusado por su propio país de parcial y de ser el "responsable moral" del accidente de 2010 en el que murió el entonces presidente polaco Lech Kaczyński. Al final Tusk fue reelegido pero la controversia no terminó allí. Polonia misma encabezó un nuevo motín. Esta vez, por la propuesta de una UE que vaya a varias velocidades y no a una sola, como lo viene haciendo.

"No lo aceptaremos jamás. La diferencia de velocidades abriría la puerta a construir clubes de élites y a dividir la Unión Europea", dijo la primera ministra polaca, Beata Szydlo. Un rechazo que comparten varios de los Estados del Este de Europa. Falta ver quién se impone en esta discusión. Lo que está claro que la Unión trata de hacerle frente a la crisis suscitada por el Brexit y atizada por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, un hecho que ha alebrestado a los movimientos nacionalistas europeos. 

La UE teme lo peor: que atizados por el brexit y por Trump, otros grupos nacionalistas lleguen al poder. La primera prueba es Holanda. El 15 de marzo hay elecciones legislativas y las encuestas dan como favorito al Partido de la Libertad, dirigido por el nacionalista Geert Wilders. Y en Francia hay elecciones en abril y se da por descontado que la segunda vuelta va a ser entre la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, y el exministro Emmanuel Macron. Si Wilders y Le Pen ganan, es probable que traten de sacar a sus respectivos países de la Unión. Una tragedia a la vuelta de la esquina: El fin de la familia. 

Por redacción internacional

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