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Las manifestaciones
El inicio de la cumbre estuvo marcado por las protestas. Cientos de manifestantes incendiaron vehículos, lanzaron bengalas contra los helicópteros y obligaron a la primera dama estadounidense, Melania Trump, a cancelar su agenda. Tras conocerse que 160 uniformados resultaron heridos, la canciller alemana Ángela Merkel dijo que era “inaceptable” una manifestación violenta.
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Trump y Peña Nieto evitaron hablar del muro
El presidente de Estados Unidos y el primer mandatario mexicano evitaron hablar del tema que todos estaban esperando: la creación de un muro en la frontera para evitar el paso de inmigrantes mexicanos hacia el norte. Sin embargo, antes del inicio de la reunión, un periodista le preguntó a Trump si todavía creía que México debía pagar el muro. Trump respondió: “absolutamente”. Y lo hizo en presencia de su homólogo mexicano.
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El encuentro de Trump y Putin
La reunión de Trump con el presidente ruso Vladimir Putin era otra de las más esperadas, después del escándalo de la intervención rusa en las últimas elecciones de Estados Unidos. Trump aseguró que era un "honor" reunirse con el presidente ruso y Putin dijo sentirse "encantado" de entrevistarse por fin en persona con su homólogo estadounidense. Según la agencia EFE, un periodista le preguntó a Trump por la posible interferencia rusa en las elecciones, pero el presidente de EEUU, con las manos cruzadas, ignoró la cuestión.
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Confirmadísimo el aislamiento de Estados Unidos del acuerdo de cambio climático
La cumbre del G20 dejó en evidencia el aislamiento de Estados Unidos frente al tema del clima al subrayar que todos los otros países de este foro aplicarán el acuerdo de París, según un proyecto de comunicado final que pudo ver la AFP este viernes.
"Tomamos nota de la decisión de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París", dice el texto, que agrega que todos los dirigentes de otros países consideran como "irreversible" el acuerdo de lucha contra el calentamiento global.
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Temer aprovecha para decir que en Brasil no hay crisis económica
Michel Temer, presidente de Brasil, anda por estos días con el país en su contra, por una investigación de corrupción sobre sus hombros que lo puede dejar destituido.Pero la cumbre le sirvió para desmentir que Brasil se encuentra en crisis. "La crisis económica no existe. Han visto los últimos datos, son muy positivos", dijo Temer a periodistas frente a su hotel.
Esos datos "muestran que estamos creciendo, estamos creciendo en la industria, estamos creciendo en el agronegocio", afirmó. Pero en su país, Temer tiene solo el 7% de popularidad, la más baja en la historia brasileña.
Por AFP / Redacción Internacional
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