52 murieron en el ataque, entre ellas 15 civiles, 27 milicianos prorrégimen y 10 personas no identificadas que son "o bien civiles, o bien milicianos", precisó el OSDH.
El ataque tuvo como objetivo dos aldeas en el este de la provincia de Hama; Aqareb, donde la mayor parte de la población es ismaelita, y Mabujé, donde viven sunitas y en minoría jafaritas, ismaelitas y alauitas.
En los combates, el EI perdió 15 efectivos.
La agencia oficial Sana afirmó que el ataque costó la vida a 20 civiles en Aqareb, sin mencionar a la aldea de Mabujé. En cambio, precisó que la mayoría de los civiles asesinados en Aqareb fueron decapitados y sus miembros amputados.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, indicó por su parte que tres de los civiles muertos en Aqareb, un hombre y sus dos hijos, fueron ejecutados por los yihadistas.
Según él, los yihadistas tomaron la aldea de Aqareb y una parte de Mabujé.
"A pesar de la llegada de refuerzos, las fuerzas gubernamentales no lograron desalojar a los yihadistas", señaló Abdel Rahman a la AFP.
Mabujé ya había sido atacada por el EI en marzo de 2015. Los yihadistas ejecutaron a 37 civiles y secuestraron a otros 50, la mitad de ellos mujeres.
El régimen y los rebeldes del EI se reparten el control de la provincia de Hama, situada en el centro del país, en guerra desde 2011.