Policía alemana investiga muerte de colombiano que vivía en Heidelberg

Un poco más de dos meses duró la intensa búsqueda de Jacobo Montoya Vélez en Alemania. Su familia y amigos nunca dejaron de intentar seguirle el rastro, llenaron de fotos las calles de Heidelberg, y en redes sociales armaron su propio grupo para buscar pistas. Luego de desaparecer el 16 de diciembre, este jueves el estudiante paisa de la Universidad de Heidelberg apareció muerto.

Fue un transeúnte el que lo halló sin vida cerca de una hidroeléctrica en el río Neckar, en Wieblingen, a pocos kilómetros de donde fue visto por última vez el joven de 19 años. Los documentos personales que estaba junto al cadáver permitieron identificarlo. Los bomberos se encargaron de recuperar el cuerpo y de trasladarlo al Instituto de Medicina Forense donde en próximos días se espera dar a conocer los resultados de la autopsia, y determinar con certeza las causas del fallecimiento.

Jacobo, quien estudiaba Historia, le avisó a su familia que ese 16 de diciembre iría a una fiesta latina con sus amigos, quienes narraron que esa tarde su compañero estuvo con ellos en la casa de una amiga. Más tarde, en la discoteca donde fue la rumba, se le perdió el rastro, los buscaron sin resultados al interior del bar y uno de los porteros les dijo que había salido del lugar hacia las 11p.m.

Aunque dos horas más tarde Montoya se conectó desde su celular a Whatsapp, no volvió a contestar los insistentes mensajes de sus seres queridos. “Yo le escribí por la mañana para saber cómo le había ido, y no respondió. Lo llamamos por teléfono, skype, whatsapp, y nada. Preguntamos y a su apartamento no llegó. Y los amigos tampoco saben para dónde se fue o con quién. Es como si se lo hubiera tragado la tierra”, le había relatado Ángela Vélez, la mamá de Jaocobo, a El Colombiano.

Sus padres y hermana estuvieron tres semanas en Alemania buscando evidencias para dar con su paradero. Incluso la Policía visitó el apartamento del universitario y todo estaba en orden, su computador y tableta estaban intactos, así como su ropa y sus objetos personales. Durante todo este tiempo llegaron hasta hospitales, morgues, castillos y hoteles y no lo encontraron.

Sus compañeros lo recuerdan como un estudiante brillante. “Ahora estás con Dios. Cumplió su promesa, te devolvió a nosotros y estás en sus brazos para que descanses en paz. Eres un ángel, te amamos y seguiremos orando por ti”, agregó su familia tras conocer la trágica noticia.

A través de un comunicado, la Cancillería colombiano dijo que el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada de Colombia en Alemania lamentan el fallecimiento de Jacobo, y que la Policía alemana está al frente del caso para determinar las causas de la muerte.