¿Qué pasa ahora en Venezuela? Experto Ronal Rodríguez le explica

¿Autogolpe? ¿Madurazo? La decisión del Tribunal Supremo de Justicia (ente afín al Gobierno) de sustituir en sus funciones a la Asamblea Nacional y despojar de las inmunidades parlamentarias a los diputados lleva al país a una tensión inédita. ¿Qué sigue?

redacción internacional
30 de marzo de 2017 - 09:06 p. m.
Protestas al frente de la Asamblea Nacional en Venezuela.  / AFP
Protestas al frente de la Asamblea Nacional en Venezuela. / AFP

Ronal Rodríguez es uno de los colombianos que más ha estudiado la situación venezolana. Es miembro del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario y profesor de relaciones internacionales. De su mano explicamos qué es lo que puede pasar en Venezuela, sumida en una profunda crisis económica, política y social, y ahora sin Congreso. De acuerdo con Henrique Capriles, líder opositor, “lo que ocurrió en la madrugada de ayer no hay otra forma para calificarlo, en Venezuela (...) se materializó un golpe de Estado, usted no puede calificarlo de otra forma", advirtió Capriles durante una rueda de prensa en Bogotá. "En Venezuela se ha dado el 'Madurazo', podemos decirlo, esto es el 'Madurazo' con el apoyo de un tribunal", añadió el gobernador del estado Miranda (centro), que llegó a Bogotá para promover el envío de alimentos y medicinas a Venezuela.

En el mismo sentido se pronunció el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien tachó de "autogolpe" la decisión del Tribunal Supremo de Venezuela de sustituir en sus funciones al Parlamento, controlado ahora por la oposición al Gobierno de Nicolás Maduro. "Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado", sentenció el secretario general de la OEA en un comunicado.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela decidió el miércoles que asumirá las competencias de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) debido a la persistencia del "desacato", un estatus que el Poder Judicial impuso a la Cámara por el incumplimiento de varias sentencias. "Las dos sentencias del TSJ de despojar de las inmunidades parlamentarias a los diputados de la Asamblea Nacional y de asumir el Poder Legislativo en forma completamente inconstitucional son los últimos golpes con que el régimen subvierte el orden constitucional del país y termina con la democracia", agregó el Almagro.

¿Qué aprobó el Tribunal Supremo?

En sentencia publicada el miércoles, indica que la Sala Constitucional asumirá las competencias de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), mientras esta se mantenga en "desacato". El TSJ ha dicho que la situación de "desacato" de la AN se da por el incumplimiento de varias sentencias y que, mientras se mantenga, todos los actos legislativos son nulos y carecen de validez. Cabe recordar que este "desacato" se inició el año pasado, luego de que la junta directiva del Parlamento decidiera incorporar a tres diputados indígenas cuya investidura había suspendido cautelarmente por el máximo tribunal después de que el chavismo asegurara que su elección fue fraudulenta. La oposición ha acusado a los magistrados del TSJ de ser aliados del chavismo, de no cumplir con los requisitos para ser jueces y de haber sido nombrados por la mayoría oficialista del Parlamento anterior en una apurada sesión parlamentaria días antes de que se culminara su mandato en el Legislativo a fines de 2015.

¿Es la primera sentencia del TSJ en contra de la AN?

Decisiones recientes del Tribunal Supremo de Justicia han sido cuestionadas por tener, aparentemente, una motivación política. Sus sentencias parecen estar alineadas con las posiciones del oficialismo, lo que atentaría contra el principio de separación de poderes. Con sus polémicos fallos, la máxima corte de Venezuela ha autorizado, entre otras cosas, la designación del fiscal, defensor y contralor, cargos con períodos de siete años.

¿Es el TSJ un instrumento del Gobierno de Nicolás Maduro?

Después de la muerte de Hugo Chávez, tres casos ejemplifican el accionar políticamente tendencioso del TSJ. Primero, la sentencia que permitió a Nicolás Maduro acudir como presidente en ejercicio a la contienda electoral en la que salió elegido, lo cual parecía estar en contra de la Constitución. El segundo caso afectó la configuración del poder ciudadano, lo cual es fundamental para el proceso que vive hoy en día Venezuela. En diciembre de 2014, a pesar de que la tolda chavista no contaba con la mayoría calificada de dos terceras partes de la Asamblea Nacional, pudo designar a la fiscal general, el defensor del Pueblo y el contralor general de la República gracias a una sentencia favorable del Tribunal Supremo de Justicia. Esto permitió nuevamente que se eligieran cúpulas de los poderes públicos mediante una escasa mayoría parlamentaria, pese a lo que estipula la Constitución. El tercer caso tiene que ver con la conformación del Consejo Nacional Electoral (CNE). En dos oportunidades, en 2003 y 2014, la elección de los rectores fue imposible tras agotar el procedimiento, dada la negativa de la oposición. Según el artículo 296 de la Constitución Nacional, se requiere también una mayoría calificada de dos terceras partes de la Asamblea para efectuar dicho nombramiento. Los casos mencionados demuestran que las actuaciones del TSJ han respondido a los intereses del proyecto oficialista. La designación de magistrados durante el período chavista ha sido cuestionada. Así ocurrió en diciembre de 2015, cuando en sesión extraordinaria y en tiempo récord, la Asamblea Nacional saliente designó trece nuevos magistrados. Una acción desesperada de la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que buscaba asegurarse que las decisiones de la nueva Asamblea, dominada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no le sean adversas. El TSJ no ha fallado en contra del gobierno una sola vez en los últimos nueve años.

¿Qué sigue ahora en el país?

Todas las encuestas señalan que el presidente cuenta con poca popularidad y así el chavismo trate de instrumentalizar la situación para no llegar a elecciones, tendrán que ir a las urnas en 2017. Chavismo y oposición está tomando acciones a futuro. Este es el tire y afloje más fuerte: El gobierno busca fórmulas cubanas para instrumentalizarse en el poder. Pero Venezuela no es Cuba. El gobierno ha hecho dos cosas los últimos días: emitir el carnet de la patria, una especie de sistematización de los derechos de la gente y por el otro, el Consejo Nacional Electoral valida partidos. En un punto, ese es el gran temor, las dos bases de datos se cruzarán y aquellos que tengan Carnet de la patria y no pertenezcan al chavismo podrían sufrir represalias.

¿Puede haber golpe militar?

Julio Borges y Capriles hicieron un llamado a las Fuerzas Armadas para que tomen una posición firme frente al gobierno, no obstante, no creo que se den salidas de fuerza porque los últimos tres golpes de estado (Los dos contra Carlos Andrés Pérez en 1992 y el que sufrió Hugo Chávez en 2002) fracasaron. No es probable, es poco factible que ellos se sumen o pretendan hacer golpe de Estado.

¿Por qué los militares no asumen una posición en la crisis venezolana?

Temiendo un golpe justamente, Hugo Chávez decidió unificar los mandos militares. Ahora no hay un jefe de la Armada y uno de la Fuerza Aérea. En Venezuela, todos, todos los militares responden a un solo mando: y en este caso es Vladimir Padrino, el ministro de Defensa y quien tiene el mando de toda la tropa. Es una estructura vertical diseñada para que “tomen partido de situaciones”.

¿Vuelve la movilización al país?

Toda la movilización popular se ve bloqueada por la naturaleza que vive el país: escasez. La gente se lo piensa dos veces ir a marchar a ir a hacer fila para comprar los alimentos. La oposición, además, se divide cada vez más. Esta semana surgieron justamente sectores paralelos, nuevas asociaciones de oposición que aumentan el enfrentamiento. El gobierno no resuelve los problemas pero tampoco ve en la oposición un camino para la solución de los mismos. Mucho piensan, mejor seguir haciendo fila. El primero de abril hay convocadas varias movilizaciones pero es poco probable que eso tenga un impacto muy fuerte. Hay que resolver el día a día.

¿Y Colombia qué papel juega en todo esto?

El gobierno colombiano tiene un problema muy serio con la vecindad de Venezuela: primero, no se puede confiar de este Gobierno, que ha dado claras muestras de actuar en forma falsa y mentirosa. Segundo, tiene que enfrentar el gran retorno de compatriotas que estaban en Venezuela y que han preferido regresarse con esposas venezolanas y familia. Tercero, el gobierno venezolano ha dejado los temas de seguridad en manos de cuerpos cada vez más corruptos y que han dado lugar a que se creen muchas bandas criminales que han convertido al vecino país en el más violento del mundo. El poschavismo en Venezuela significó el crecimiento de todas esas bandas y ha representado una gran amenaza para Colombia. Lo ideal es que Colombia viera a Venezuela como un país que entrará en transición y empecemos a tener una relación más frentera, que pasemos la página del apoyo a la paz porque no nos podemos quedar en eso.

¿Con los últimos hechos ahora sí se despeja el camino de aplicación de la Carta Democrática?

El escenario internacional se complica pero sancionar a Venezuela no traerá mayores cosas. Cabe recordar que Cuba fue expulsada de la OEA bajo el gobierno de Rómulo Betancourt. Y, ¿qué significó eso? Lo más duro para la isla fue el embargo comercial de Estados Unidos, pero algo así con Venezuela es ridículo pues ya está en una situación económica difícil.

 

 

Por redacción internacional

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