¿Quién está detrás de las decisiones homofóbicas de Trump?

EFE

Fue en abril del año pasado. Estaba Trump en medio de la campaña electoral contra la candidata demócrata Hillary Clinton. Ese día dio a conocer su primera opinión pública sobre las personas transgénero. Fue en abril del año pasado, en medio de la campaña. Gracias a su popularidad, Caitlyn Janner puso sobre el tapete la importancia de que las personas transgénero usen los baños que ellos consideren. El actual presidente de Estados Unidos aseveró que, en su torre Trump, Janner puede entrar al baño que le apetezca.

Sin embargo, ahora que es presidente, anunció que las personas transgénero tendrán prohibido el ingreso a las fuerzas armadas. Dijo que significaban un tremendo costo por los “trastornos" que representan.

"Nuestros militares deben estar concentrados en una victoria decisiva y aplastante se justificó Trump en Twitter.  Se estima que entre 2.500 y 7.000 personas transgénero, que sirven en las diversas ramas de las fuerzas armadas de Estados Unidos se ven afectadas con la medida.

El conservatismo alrededor de los temas relacionados con la población LGBTI nunca fue un tema central en la vida de Donald Trump, quien saldría muy mal parado si de moral cristiana se tratara, después de sus escándalos sexuales, sus tres matrimonios, dos divorcios y un reality show lleno de excesos.  

Alas iglesias protestantes y evangélicas no les importó nada de esto, lo que suele ser un pilar para ellos cuando se trata de política. Él fue su candidato en las elecciones del año pasado contra Hilary Clinton y su voto lo impulsó a la presidencia. La razón detrás de esa favorabilidad tiene nombre y apellido: Mike Pence, su vicepresidente.

Pence fue gobernador de Indiana y su carrera política ha estado marcada por un discurso homofóbico y machista. Es famoso por afirmar públicamente que uno de sus sueños es abolir el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos, emitido en 1973, y que permite el aborto. Afirmó, además, que el matrimonio homosexual supone un “colapso social”, también se opuso a la ley antidiscriminación en las fuerzas armadas y a la intención del presidente Obama de garantizar baños mixtos. Trump ha dicho que Pence es su “perro de ataque”. Tiene sentido. Su presencia era necesaria para legitimarse con los sectores conservadores. Ahora, oficialmente, su perro de ataque comenzó a atacar.