¿Van a aguantar hambre los venezolanos por culpa de Trump?

El gobierno estadounidense anunció, por primera vez, sanciones que no afectan a funcionarios puntuales, sino a la nación.

redacción internacional
29 de agosto de 2017 - 03:00 a. m.
Según el Fondo Monetario Internacional, la inflación venezolana al terminar el año será del 720 %.   / Reuters
Según el Fondo Monetario Internacional, la inflación venezolana al terminar el año será del 720 %. / Reuters

Estados Unidos lo había anunciado desde que el gobierno de Nicolás Maduro siguió adelante con su Asamblea Constituyente, a pesar del rechazo casi unánime de la comunidad internacional: “Vendrán sanciones más fuertes”, comunicó la Casa Blanca en su momento. Y ya llegaron.

En principio, Donald Trump, el presidente estadounidense, sancionó económicamente a funcionarios cercanos al presidente venezolano, incluyendo al mismo Maduro. Eso significa que congelaron sus cuentas en ese país y les impidieron realizar cualquier tipo de transacción o negocio con ellos.

Sin embargo, dicha medida no tenía dientes. Iris Varela, una de las magistradas electas para la Constituyente, se tomó una foto y la publicó en Twitter, reaccionando a la sanción, pues ella estaba en la lista de los castigados. La imagen resume lo que aquellas sanciones le significaba al gobierno venezolano: hacía pistola con sus dedos y en el pie de foto le decía a Trump que su medida no tenía ninguna importancia.

Ahora, con esta nueva lista de sanciones, que ya no van dirigidas a personas concretas sino a la nación y a PDVSA, la compañía petrolera estatal, las cosas se pusieron a otro precio.

Ya no salió Maduro a decir que se siente “orgulloso de las sanciones, Mr. Trump”, como lo hizo a finales de julio cuando lo sancionaron a él y cuando la medida no lo afectaba, era más simbólica que práctica.

Esta vez, a través de la Cancillería de su país, emitió un comunicado en el que cuestionaba duramente los efectos de las sanciones.

Según la Casa Blanca, las medidas del presidente tienen como objetivo negarle “a la dictadura una fuente crucial de financiamiento para mantener su mandato ilegítimo”. Por eso, el decreto “prohíbe transar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal”.

Esto supone un problema financiero y de flujo de caja enorme para el gobierno, pues este es un país que con la venta de petróleo al exterior consigue US$96 de cada US$100 en divisas.

El economista Rafael Quiroz le explicó a AFP, que “si Venezuela decide emitir una nueva deuda no puede contar con ninguna empresa norteamericana o de otro país que tenga actividades financieras en Estados Unidos. Va a presionar mucho al gobierno, que va a sentirse mucho más acorralado”.

En una entrevista con Venezolana de Televisión, el economista de línea chavista Luis Gavazut, explicó que cuando los Estados no tienen flujo de caja, se endeudan. Por eso, esta medida es tan significativa, porque le quita a Venezuela la posibilidad de seguirse endeudando.

Por eso, Maduro aseguró que con esta medida se constituye como “la peor agresión a Venezuela en los últimos 200 años”. “Quizás Estados Unidos está tratando de promover una crisis humanitaria en nuestro país. ¿Qué quieren? ¿Quieren matar a los venezolanos de hambre?”. De inmediato empezó a sonar en el ambiente una palabra que conocen bien los cubanos: “bloqueo”.

Delcy Rodríguez, la presidenta de la Asamblea Constituyente, culpó a los líderes opositores por las nuevas sanciones financieras que impuso el gobierno de Estados Unidos. “Han pedido la intervención del país, han pedido sanciones financieras y su amo imperial les está dando ese regalo”. La oposición, por su lado, culpó al gobierno.

“Venezuela no está sola”, dijo Maduro y, aunque no dijo nombres, fue claro al sugerir que Rusia y China han estado ahí para él. Ambos países le han manifestado su apoyo durante la crisis, pero la verdad es que China, que tiene más recursos que Rusia, nunca ha querido aumentar su riesgo con Venezuela. Y si Maduro no puede pagar, ya Venezuela estaría suficientemente endeudada como para seguir girándole dinero.

Además, ya las cosas no andaban bien. La escasez de alimentos y de medicinas era la protagonista de la crisis venezolana, pues la caída de los precios del petróleo había dejado al gobierno con menos capacidad para importar recursos.

Por eso, el gobierno venezolano, que se ha preciado varias veces de ser un excelente pagador de su deuda, tendrá que escoger entre pagarla o abastecer a su población.

 

Por redacción internacional

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