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Fueron casi 100.000 personas las que firmaron una petición para que el gobierno de David Cameron suspendiera una orden policial contra los padres de Ashya King, el niño de cinco años con un tumor cerebral, que requiere un tratamiento de quimioterapia para tratar su enfermedad.
Los King, liberados en España luego de las presiones de la opinión pública, afrontaban un proceso de extradición al Reino Unido por haber sacado a su hijo, Ashya, del hospital general de Southampton sin consentimiento médico. Pero la fiscalía británica decidió abandonar la persecución judicial a la pareja por considerar que no habían cometido ningún delito al retirar al menor de la clínica.
Los padres estaban descontentos con el tratamiento. Pensaban llevarlo a la República Checa para que siguiera una terapia menos agresiva que la radioterapia y que no está disponible en la sanidad pública británica. Se trata de la destrucción de los tumores con protones, que no van tan lejos como los rayos X y son menos dañinos para las partes sanas que rodean al tumor.
Sin embargo, al llegar a España –Málaga, donde fueron a vender una propiedad para financiar el tratamiento- fueron detenidos a demanda de las autoridades. La idea de los King, testigos de Jehová y padres de otros siete niños, era vender una vivienda para recaudar fondos y así pagar el tratamiento alternativo a la quimioterapia.
Pero la justicia española decidió levantar su detención. Según el dictamen de la justicia, la libertad de la pareja es urgente para que “puedan reunirse con su hijo tan pronto como sea posible” en el hospital de Málaga (sur de España) donde está ingresado, señaló en un comunicado.
“Se ha demostrado que el señor y la señora King tomaron precauciones para proteger la salud de Ashya”, agregó la fiscalía, garantizando que no tomará más medidas contra la pareja. Al mismo tiempo, la fiscalía española también se decantaba a favor de la excarcelación de los King al entender que actuaron por el bien de su hijo.
La pareja recibió, incluso, el apoyo del primer ministro británico, David Cameron. Aunque inicialmente el caso se presentó como un secuestro que ponía en peligro la vida del niño, pronto la opinión pública británica se volvió contra lo que consideró un exceso de celo policial y médico e incluso Cameron expresó su simpatía hacia los padres.
“Saludo que se abandone el caso contra los padres de Ashya King. Es importante que el niño reciba tratamiento y el amor de su familia”, escribió Cameron en Twitter tras conocerse la decisión de la fiscalía.
La abuela del niño, Patricia King, había acusado a las autoridades de ser "crueles por haberse llevado a Ashya, que se está muriendo de un tumor cerebral, y no dejar que sus padres, mi hijo y mi nuera, lo vean”. La policía, a la que han llovido críticas de todos los costados, se felicitó también por la decisión de la fiscalía y culpó implícitamente de lo ocurrido al hospital de Southampton en el que estaba internado Ashya.
La fiscalía "ha tomado la decisión correcta al retirar la orden de detención europea", dijo Simon Hayes, comisario general de policía del condado de Hampshire, donde estalló el caso."Tengo que asegurarme sobre la calidad que dio el Hospital General de Southampton", añadió.
La policía había señalado que el niño corría un serio peligro si no recibía su atención médica cotidiana y si se le agotaba la batería de la sonda que lo alimenta. Pero en un vídeo publicado en internet, el hermano de Ashya, Naveed, detalló todo el equipo que la familia había comprado para asegurar que el pequeño recibía el mismo tratamiento que en el hospital.